El Gibelino da su opinión sobre el debate abierto y vigente acerca de la legalización de las drogas, sentando su postura contraria, enarbolando dos líneas argumentales: por un lado, partiendo del fundamento mismo de la relación entre libertad plena, volición y consumo de sustancias psicoactivas y, por otro, las implicancias sociológicas de su legalización. No por ser legal, el uso de narcóticos evitaría la proliferación de derivados (como la pasta base) o se garantizaría el acceso a los distintos estratos de la sociedad a sustancias de más alta calidad y más económicas para uso no-farmacológico, por el contrario, se facilitaría su expansión y consolidación. Asimismo, la relación entre drogadicción y delincuencia se divide en tres tipos: delito funcional, relacional e inducido (de ahí su implicancia sociológica y fragmentaria para la comunidad) siendo el consumo personal, hoy día, lo que estaría más exceptuado de caer en la criminalización.
ACLARACIÓN de lo mencionado en le minuto 43:60
https://youtu.be/vaNikaiScs0?t=2798: El alcohol y el tabaco, asociados histórica y culturalmente a la gastronomía (sustancias que se consumen antes, durante y después de la ingesta de alimentos) son sustancias legales de consumo regulado: La ley 48.788, en nuestro país, que prohíbe su venta a menores de edad, o las sanciones para quienes conducen bajo los efectos del alcohol son ejemplo de ello. De igual modo, las tabacaleras no pueden hacer publicidad (de hecho deben hacer contra-publicidad en sus atados) y los espacios libres de humo (que cada vez son más) implican una regulación sujeta a prohibiciones y sanciones relativas a su consumo.
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https://www.youtube.com/watch?v=vaNikaiScs0