Tenemos que saber que ya nada está oculto, todo está abierto y expuesto, la gente ya no ignora la naturaleza descarada de esa conspiración en contra de la humanidad de una falsa pandemia, es por eso que esta desaprobación es pronunciada por cientos de miles de médicos e incluso políticos que para nada concuerdan con el daño irreparable que se está haciendo con las personas. Por eso es más que apremiante no parar de manifestarnos y protestar en contra de esta tiranía médica y su terrorismo sanitario, para salir del cautiverio siniestro donde nos han metido, porque todo forma parte de una ingeniería social eugenésica con su falsa ciencia, y por ello la desobediencia civil es casi un imperativo moral. Sin embargo la élite oscura y sus farmacéuticas continúan alentando al público para vacunarse, y se esfuerzan para acelerar las vacunaciones masivas, e incluso muchos millones se están dejando vacunar por el temor de perder sus trabajos, sin tomar en cuenta los efectos adversos. Y esto está sucediendo con la vacuna experimental de AstraZeneca que se administra a trabajadores sanitarios, policías, militares… que ha causado tantos efectos secundarios que muchos se han negado a tomar la vacuna, y en muchos países ha sido cancelada. Asimismo, se está denunciando la muerte de personas justo después de ser vacunadas, o aquellos que después de pronunciarse contra las vacunas, mueren de forma repentina y extraña. ¿Y qué decir de la otra Pandemia? Es decir la multitud de enfermedades que se agravan por falta de atención, hasta los casos de muerte de personas que no consiguen una cita en el centro de salud, operaciones y tratamientos cancelados, etc. Por todo ello se suman más demandas y querellas por todo el mundo de distintos colectivos, empresarios afectados, particulares, médicos y profesionales, asociaciones e incluso partidos políticos, los cuales piden responsabilidades a los Gobiernos y a sus ministros de Sanidad, y ante los Tribunales internacionales por las consecuencias de las medidas abusivas por la gestión de la pandemia, y gracias a manifestaciones de estos colectivos cada vez se logran más avances contra la violación de los derechos y libertades de los ciudadanos en muchos países.