Todos los actores secundarios que intervienen en este inmenso escenario.
Las diferentes tramas, sus relaciones y conexiones, los confidentes, los policías que los controlaban, quién fue condenado y por qué… todo un elenco de personajes que, cuando son observados con calma y en profundidad, únicamente sugieren dudas.
Sin lugar a dudas se trata de la película más personal de John Carpenter, ya que deja clara su postura crítica hacia el sistema capitalista y los excesos que la burguesía expone de manera obscena, en una sociedad hundida cada vez más en la pobreza. En la película hay escenas claves, que delatan esa crítica vestida de ciencia ficción. Según sus propias palabras, el director manifestó que: "no es ciencia ficción, sino un documental".
Uno de los aspectos más destacados de la cinta, es una pelea callejera de seis minutos y medio entre Nada y Armitage, para que este último se coloque los lentes de sol especiales, la metáfora de esto era, que Armitage abriera los ojos y “despertara”, para que descubriese la realidad.
Para la mayoría, basta saber que el 11 de marzo de 2004 se produjo una masacre por medio de “bombas” o “explosivos”. No obstante, el análisis de los artefactos utilizados como arma del crimen, la atención a su composición química y procedencia, constituye un elemento central en el esclarecimiento de los atentados.
Desde el primer momento, se debatió si los explosivos utilizados eran Titadine o Goma-2 ECO. Las implicaciones eran enormes, ya que se quiso asociar el primer tipo a un atentado cometido por ETA y la Goma-2 ECO a la autoría de un grupo islamista.
En todos los escenarios secundarios (la furgoneta Kangoo, la Bolsa de Vallecas, el artefacto de Mocejón y el piso de Leganés) se encontraron pruebas que apuntarían a la Goma-2 ECO. Además, 100 Kilos de este compuesto se transportaron desde Mina Conchita (Asturias) a Madrid dos semanas antes de los atentados (extremo confirmado por los propios implicados, confidentes de las FF.CC.SS.AA.).
Por contra, en el escenario principal no se encontraron dichos restos. No hubiera sido sencillo, dado que los trenes fueron rápidamente desguazados y que apenas llegaron unos gramos de muestra al precario laboratorio de análisis. Tampoco ayuda que, una vez estudiados, no se siguiera el procedimiento habitual y se guardaran muestras para posteriores exámenes. En otras periciales, como la practicada en los restos de espuma de extintor, aparecen rastros de nitroglicerina, componente del Titadine. En el juicio se hablará de contaminación; no podía haber fisuras. El explosivo debía ser GOMA-2
Una vez más, encontramos indicios que permitirían defender cualquiera de las versiones. Y, una vez más, el relato oficial muestra clara preferencia por una de ellas, llegando a una conclusión ‘ex ante’ y tratando de blindarla ante las contradicciones.
Este documental de John Pilger arroja luz sobre el verdadero papel que juegan la prensa y los medios en las guerras del siglo XXI. Desde el 11 de septiembre de 2001 los conflictos bélicos han puesto de relevancia el importante papel de los medios de comunicación en la formación de una opinión pública favorable a las intervenciones militares. Un nuevo campo de batalla, omnipresente y electrónico, en el que los periodistas juegan un papel clave y en el que los civiles y la verdad son las víctimas colaterales.