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#UTP126 Despertando vacunados

Sean bienvenidos a un nuevo podcast, esta vez podrán verlo a través de Twitch y luego escucharlo en nuestro canal de Ivoox Buscadores de la verdad. Les aconsejo que lo vean ya que vamos a mostrar unos cuantos de esos videos que avergonzaran a periodistas y médicos por igual. Los unos por no mostrar la cara oculta de las vacunas y los otros por permanecer impasibles frente a un genocidio silencioso que ahora quiere cobrarse víctimas infantiles.

He de reconocer que han sido muy inteligentes creando esa falsa necesidad de vacunación cuasi obligatoria extendida de manera universal. Le han dado a la gente lo que la misma gente reclamaba.

La falsa sensación inicial de desabastecimiento unida a la inoculación fraudulenta de políticos y personas de postín estimularon la ínsula, esa zona entre el lóbulo temporal y lóbulo frontal donde se origina el deseo incontrolado. El deseo irracional. …

Añadamos a la ecuación una campaña de propaganda nunca vista y el hostigamiento día tras día de los pocos que nos hemos opuesto a una vacunación innecesaria, si podemos llamar vacunas a estos cocteles de modificación genética, a esta terapias genicas.

Tal y como decía el poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana que quien olvida su historia está condenado a repetirla, y eso es lo que nos ocurre.

¿Creen vds que las vacunas nunca fueron obligatorias y que sin evidencia científica que respaldase su uso no fueron utilizadas sin piedad?

En el libro de Suzanne Humphries “Desvaneciendo ilusiones: las enfermedades, las vacunas y la historia olvidada” podemos comprobar como la historia de la lucha antivacunas se repite:


“Aunque la vacuna contra la viruela se estaba utilizando desde el año 1800, el Gobierno no empezó a hacerla obligatoria hasta que se promulgaron las primeras leyes de 1840 y 1853. La de 1853 creaba la maquinaria gubernamental para obligar a que todos los niños fueran vacunados en los tres meses posteriores a su nacimiento.

A principios de la década de 1870, y a pesar de las acciones emprendidas por el Gobierno para conseguir una elevada tasa de vacunación, una epidemia masiva de viruela golpeó no solo a Leicester, sino a toda Inglaterra y otras partes del mundo. En Leicester hubo miles de casos de
viruela y cientos de muertes, y sacudió en sus cimientos la creencia de las personas
en los poderes protectores de la vacunación.”

Solo en Leicester hubo más de 6.000 denuncias por no vacunar a los niños, casi 100 padres terminaron en la carcel y unos 200 perdieron sus propiedades.

El Profesor emérito F. W. Newman describía así la situación en 1874:

“No encuentro palabras decorosas ni admisibles para referirme a lo que hace treinta años podría haber parecido increíble: la obligación de vacunar al segundo hijo de una familia, cuando la vacuna causó la muerte del primero; y después enviar a la cárcel al padre por negarse a que se le administre.”

Hubo una gran manifestación en marzo de 1885 con música y cientos de banderas y pancartas con consignas del tipo: «La Libertad es nuestro derecho de nacimiento, y libertad es lo que exigimos», «Las personas no queremos leyes opresoras», «Las madres de Inglaterra exigimos la derogación», «Los Tres Pilares de la Vacunación: Fraude, Violencia y Locura» y
«Ya no pedimos el control de nuestros hijos. Lo exigimos»
La temible mortalidad por viruela en la Leicester completamente vacunada y supuestamente bien «protegida» durante los años 1871-1872, produjo el efecto de destruir la fe de las personas en la vacunación «protectora». El resultado fue que pobres y ricos por igual, trabajadores, aristócratas y las autoridades municipales, empezaron a negarse a vacunar a sus hijos y a ellos mismos.
Tal oposición siguió hasta 1890, cuando la vacunación, en lugar de llegar al 95% del total de nacidos, solo lo hizo a más o menos el 5%.

La profesión médica proclamó que los residentes de Leicester sufrirían mucho por su decisión de dar la espalda a la vacuna. Pronosticaron que esa ciudad no vacunada, con su «material altamente inflamable», sufriría con la «terrible enfermedad» que se extendería como «el fuego descontrolado en una pradera», y diezmaría la población.
Pero los dirigentes de Leicester se mantuvieron firmes en la que sabían que era la verdad, y pusieron en práctica con éxito su plan de salubridad, higiene y aislamiento, en lugar de la vacunación. Su magnífico experimento puso a prueba las propias ideas de libertad de decisión, autodeterminación y la base de una creencia médica errónea.

El «Método Leicester» se basaba en la cuarentena de los pacientes de viruela y la desinfección de sus casas. Pensaban que era un sistema económico y eficaz para eliminar la necesidad de la vacuna.

Descripcion completa del video con enlaces e información:https://www.ivoox.com/utp126-despertando-vacunados-audios-mp3_rf_76503896_1.html