Si, otra vez el dinero, la complicidad de los controlados medios de comunicación y la ambición de poder de los políticos de turno. Esto es una combinación planificada que perjudica a los de siempre, a los pueblos, a los niños y a los pobres. El plan de la élite globalista es reducir la población, y una manera de lograrlo es mediante un envenenamiento lento y constante a través de alimentos tóxicos, químicos, alimentos procesados, plomo etc. A través de sus empresas trasnacionales de comida y bebida que producen enfermedades generando grandes fortunas a las farmacéuticas. Llegó el momento de despertar de apagar la TV y dejar el entrenamiento que la élite ofrece, y de investigar la verdad QUE HA SIDO OCULTADA DURANTE SIGLOS.