La destrucción del mundo avanza. Lo único que puede detenerla es el sacrificio de Miyu, el cual es digno del Grial. Cuando Ainsworth pregunta a Illya, quien porta el título de salvadora del mundo, si salvará al mundo o salvará a Miyu, ella responde de forma sencilla pero egoísta: “ambos”. Ahora todo el mundo descansa brevemente de la batalla en la casa que Miyu y Shiro cuidaban. Cuando se reúnen en un círculo, Shiro les cuenta su historia y la de Miyu. Era la Hija de Dios que concedía cualquier deseo. Shiro se llevó a la chica que no tenía a nadie a la casa que compartía con Kiritsugu. Han pasado cinco años desde entonces, y hasta la fecha habían vivido en paz como familia. Pero esa paz diaria ahora se ha visto truncada. La quieren recuperar, pero antes de eso Julian aparece buscando en Miyu el milagro que necesita.

Cuando la teniente Artemis y sus leales soldados sean transportados a un nuevo y lejano mundo, se enfrentarán a una batalla desesperada por sobrevivir. Allí, deberán derrotar a un gran peligro para la Humanidad: una serie de enormes monstruos con increíbles poderes, dispuestos a destruir todo a su paso. En este nuevo y amenazante entorno Artemis forjará una alianza con un cazador que le enseñará a sobrevivir.