El **haba tonka** es la semilla de un árbol (Dipteryx odorata) perteneciente a la familia de las fabáceas, conocido en algunos lugares como Sarrapia y originario de la América tropical, Brasil, Venezuela, Perú, Guayana y Bolivia, entre otros, siendo actualmente los mayores productores Venezuela, Guayana, Nigeria y Brasil.
Parece ser que su uso estaba destinado a aromatizar el tabaco, pero posteriormente se le dieron más usos, como la cosmética y la repostería. Cuentan que el **haba tonka** fue importada a Francia desde Guayana en 1793, por eso el uso de esta **leguminosa** es tan popular en los postres de la cocina francesa.
Hasta que en 1868 se descubrió la cumarina, un compuesto químico contenido en el haba tonka y que actúa en el organismo como anticoagulante sanguíneo. Un consumo elevado de este componente puede ser mortal, por eso en muchos países está prohibida la comercialización del haba tonka, por ejemplo en Estados Unidos, donde se prohibió el uso de la cumarina en alimentos o como aditivo en 1954.
El haba tonka es muy apreciado por su aroma y su sabor, recuerda a la vainilla, de hecho, hay falsas esencias de vainilla que se elaboran con esta semilla. Su aroma también evoca al clavo de olor y a la canela, con quienes comparte el compuesto tóxico mencionado, la cumarina, además de ofrecer la fragancia suave de las almendras.
Esta semilla tiene una apariencia poco atractiva, negra y arrugada, pero sus cualidades organolépticas las hacen bonita. Su interior es de color claro, con una textura dura y cerosa, por lo que el mejor modo de usarla puede ser rallándola.
Las combinaciones habituales del haba tonka son el chocolate, elaboraciones con canela, vainilla, limón… los grandes cocineros nos sorprenden con creaciones culinarias, tanto dulces como saladas, en las que el haba tonka proporciona un toque ideal.
**Ingredientes**
1 lámina de hojaldre
2 kakis persimon https://lbry.tv/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-654:b
4 c/s de almendra en granillo
4 c/s de azúcar (puedes utilizar azúcar moreno o blanquilla)
1 huevo
un poco de leche.
**Para la crema**
160 gramos de leche
10 gramos de Maizena
25 gramos de azúcar
unas gotas de extracto de vainilla https://lbry.tv/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-527:f
**Elaboración**
Precalienta el horno a 220º C con calor arriba y abajo. Empieza preparando la crema, disuelve la Maizena en un poco de leche y pon el resto en un cazo, añade el azúcar y el extracto de vainilla, mezcla con las varillas y ponla al fuego. Incorpora la leche con la Maizena disuelta y continúa batiendo con las varillas mientras va cogiendo temperatura.
Cuando vaya a entrar en ebullición, reduce el fuego y continúa con la cocción y sin dejar de remover, hasta que la crema espese, como una crema pastelera o un pudin cremoso. Entonces retira del fuego y reserva, batiendo de vez en cuando para que no se forme una película en la superficie.
Extiende la lámina de hojaldre sobre papel vegetal y colócala en la bandeja del horno. Extiende sobre el hojaldre la crema, quedará una capa muy fina, sólo es para que aporte un poco de jugosidad. Deja libre los bordes en todo el contorno de la masa. Si prefieres hacer una cocción en blanco https://lbry.tv/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-675:7 antes de poner el relleno de la tarta (así la base del hojaldre quedará más crujiente), recuerda pinchar la masa con un tenedor para que no suba.
Pela los caquis, ya sabes que el persimon es el de pulpa dura, y córtalos en finas rodajas. Repártelas sobre el hojaldre y a continuación añade la almendra y el azúcar por toda la superficie. Bate el huevo con un poco de leche y pinta los bordes del hojaldre.
Introduce la bandeja en el horno, en el centro, y hornea durante 15-20 minutos o hasta que el hojaldre se haya dorado.
**Emplatado**
Cuando retires la **tarta de caquis** del horno, déjala enfriar sobre una rejilla antes de cortarla en porciones y servirla a tus comensales, les encantará por su jugosidad y su sabor, y porque es una deliciosa tarta de fruta de temporada. ¡Buen provecho!
**Abreviaturas**
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
**Ingredientes (4-6 comensales)**
130 gramos de trigo tierno
200 gramos de calabacín
200 gramos de mango
70 gramos de cebolla morada
4 ramas de cilantro https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-1027:7
1 rodaja gruesa de jengibre https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-881:b?
30 gramos de salsa de soja https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-65:e
50 gramos de aceite de oliva virgen extra
1 c/c rasa de sichimi togarashi (opcional) https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-726:f
10 gramos de vinagre de arroz https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-95:0
c/n de sal
1 c/c de sésamo negro https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-1262:8
**Elaboración**
Pon abundante agua a calentar en una olla para cocer el trigo tierno. Cuando el agua rompa a hervir añade sal y a continuación el trigo, baja a fuego medio y cuece hasta que esté tierno, unos diez minutos, después escúrrelo y enfríalo bajo el chorro de agua.
Corta el calabacín y el mango en daditos, también pica bien pequeña la cebolla morada y mezcla los tres ingredientes en un cuenco. Pica el cilantro bien fino, puedes incluir los tallos, incorpóralo al cuenco y mezcla.
Pela el jengibre y rállalo, ponlo en el recipiente en el que vas a hacer la vinagreta, añade la salsa de soja, el aceite de oliva virgen extra, el shichimi togarashi y el vinagre de arroz, mezcla bien y pruébala, añade sal si fuera necesario.
Incorpora el preparado de mango y calabacín al trigo tierno en un cuenco amplio y finalmente adereza con la vinagreta de jengibre. Mezcla bien. Si lo deseas, puedes dejar reposar la ensalada de trigo tierno en el frigorífico para que se enfríe bien, pero el calabacín se ablandará.
Otra opción para disfrutar de esta ensalada fresca es tener todos los ingredientes en el frigorífico antes de hacerla y también mientras se están preparando otros pasos, por ejemplo, cuando el trigo esté cocido y estés preparando la fruta y las hortalizas, resérvalo en el frigorífico.
**Emplatado**
Sirve la **ensalada de trigo tierno, mango y calabacín** en copas o en platos adecuados, termina repartiendo unas semillas de sésamo negro recién tostadas para que estén crujientes y más sabrosas. ¡Buen provecho!
**Abreviaturas**
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
El **Romanescu** (Brassica oleracea del grupo Botrytis) pertenece a la familia de las coles, y hay debate entre si es o no es un **híbrido** entre la **coliflor** y el **brócoli**. Destaca sobre todo por su forma, sus flores son una muestra de lo que se conoce como geometría fractal. Es de color verde más vivo que el brócoli y su textura y sabor es muy similar a éste y al de la coliflor, aunque algo más suave y tierna al paladar.
Al parecer, el **romanescu** se documentó por primera vez en Italia en el siglo XVI como Broccolo Romanesco, donde además hay platos específicos para esta hortaliza. En España empezó a hacerse popular en los años 80 y su cultivo se extendió en los 90, siendo la Comunidad Valenciana una de las zonas donde más se encuentra.
Se cocina habitualmente como el resto de verduras, hervido o al vapor, pero menos tiempo, ya que por lo tierno que es, si se cocina demasiado acabará siendo una pasta. Esta característica es importante a la hora de buscar hacer un puré de algún tipo de coliflor lo más fino posible. También se puede hacer a la plancha, al horno o consumir crudo en ensaladas, y también se puede servir como crudité con otros vegetales y acompañado de salsas.
Los meses de octubre a abril son los mejores para disfrutar del **romanescu**, debemos elegir piezas que no sean muy grandes y con las inflorescencias prietas, sin manchas ni ‘heridas’. En caso de no consumirlo inmediatamente, conviene guardarlo en el frigorífico dejándolo transpirar.
Es también un alimento ideal para las dietas de adelgazamiento dado su bajo valor calórico, unas 25 kcal. por cada 100 gramos, además, como el resto de coles, es muy apreciado por sus propiedades nutricionales, rico en vitamina C, más que otras variedades de col o coliflor, además de provitamina A y folatos (ácido fólico). También es una buena fuente de fósforo y potasio, y es bueno saber que el **romanescu** es menos flatulento que el resto de coles.
**Ingredientes**
250 gramos de lomo de cerdo
100 gramos de chorizo
1 pimiento rojo asado
1 diente de ajo
1 cebolla
2 cucharadas de tomate frito
aceite de oliva
100 mililitros de vino blanco
550 gramos de harina
25 gramos de levadura fresca
1 huevo
sal.
**Elaboración**
**Paso 1**
Cortar el lomo y el chorizo en daditos, y el pimiento en tiras. Pelar y picar la cebolla y el ajo. Rehogar la primera 5 minutos en una sartén con 1 dl. de aceite. Agregar el ajo, el lomo, el pimiento y el chorizo. Rehogar 5 minutos, retirar y reservar 8 cucharadas del aceite del sofrito. Añadir a la sartén el tomate y 50 ml. de vino. Sazonar, sofreír 10 minutos y dejar enfriar.
**Paso 2**
Mezclar 500 gramos de harina y el vino restante. Sazonar y agregar la levadura disuelta en un poco de agua caliente y el aceite reservado, y amasar. Formar una bola, tapar y dejar reposar hasta que doble su volumen. Precalentar el horno a 180ºC.
**Paso 3**
Trabajar la masa de nuevo y dividirla en dos partes iguales. Estirarlas con el rodillo sobre la mesa enharinada. Colocar el relleno en una de ellas, formando 8 montoncitos. Cubrir con la masa restante, cortar la empanada en cuadrados y sellar los bordes. Pincelarla con el huevo batido, hornear 35 minutos, dejar enfriar y servir.
**Los yogures mejoran nuestra salud bucal**, así lo indica un estudio realizado por un grupo de investigadores japoneses pertenecientes a la Universidad Kyushu de Fukuoka (Japón). Numerosos estudios científicos muestran los grandes beneficios que se obtienen del yogur indistintamente de que este sea probiótico o normal, ya que ambos poseen prácticamente las mismas cualidades.
En uno de estos estudios https://www.dw.com/es/yogur-contra-infecciones/a-2440801 se compararon los efectos que producían en el organismo los dos tipos de yogur, los resultados reflejaban que la única diferencia que existía entre ambos y no muy notoria, era que los yogures probióticos ofrecían unos efectos más duraderos si se dejaba de tomar al cabo de un tiempo este alimento, algo que no ocurriría si regularmente disfrutas de un yogur, sea cual sea. Recordemos que los yogures mejoran nuestro sistema inmunológico aumentando hasta el doble su eficacia.
El estudio japonés muestra que el **ácido láctico** que ofrece el **yogur** ofrece muchos **beneficios** pero hay que diferenciar entre lácteos y derivados, los investigadores también afirman que la leche o el queso no resultarían tan eficaces para la salud bucal. El equipo de investigación tomó los datos de 942 personas con edades comprendidas entre los 40 y los 79 años que sufrían la enfermedad periodontal (enfermedad de las encías que puede variar desde una inflamación de las encías hasta un proceso grave que altera los tejidos blandos y los huesos que sostienen a los dientes).
Se analizó en todos ellos el consumo de lácteos y derivados que realizaban, las conclusiones mostraban que existía una relación entre la ingesta de lácteos y la salud bucal, siendo mejor a mayor consumo de lácteos, pero todavía no habían determinado el origen principal de una mejora de la salud bucal. El estudio se centró entonces en determinar el tipo de alimento, el resultado mostró que las personas que disfrutaban de yogures o bebidas con contenido en ácido láctico eran los que menos indicadores de la enfermedad periodontal reflejaban.
Este resultado no hace más que reforzar lo beneficioso que resulta **incluir los yogures en nuestra dieta**, nuestro organismo lo agradecerá.
La receta de **Ajoblanco de huevo frito** puede tomarse como aperitivo acompañado de un poco de jamón, como es este caso, como entrante o con un delicioso tataki de bonito por ejemplo. Es fácilmente combinable y os aseguramos que os va a sorprender.
**Ingredientes**
4 huevos
100 gramos de almendra
50 gramos de miga de pan del día anterior
1 diente de ajo
420 ml. de agua
pimienta negra recién molida
aceite de oliva
vinagre de Jerez
sal.
**Para acompañar**
Jamón serrano o ibérico
tomate
aceite de oliva
rebanadas finas de pan tostado.
**Elaboración**
Con estos ingredientes podéis servir tres o cuatro platos de ajoblanco de huevo frito como entrante, con unas virutas de jamón crujiente os gustará.
La elaboración es muy sencilla, pero conviene hacer los huevos fritos con tiempo para dejar que se enfríen.
Así que empieza haciendo los huevos fritos como normalmente, quizá cuajando un poco más la yema de lo normal. Déjalos enfriar. Empapa la miga de pan con un poco de aceite y vinagre y ponlo en el vaso de la batidora, añade la almendra, los huevos fritos, el diente de ajo retirando el germen interior, pimienta negra, sal y el agua. Tritura hasta obtener una crema fina y ligera, pruébala y rectifica de sal, pimienta o aceite.
Deja enfriar en el frigorífico hasta el momento de servirla. Mientras tanto, prepara las tostaditas de pan con jamón, untadas ligeramente con tomate y con unas gotas de aceite de oliva. También puedes pasar las lonchitas de jamón por la sartén.
Para hacer el crujiente de jamón, basta con ponerlo en un plato en el microondas durante un minuto aproximadamente (depende del grosor de la loncha), o hacerlo en una sartén sin engrasar. Estando crujiente, rompe el jamón en pequeñas virutas.
**Emplatado**
Sirve el **Ajoblanco de huevos fritos** en vasitos de aperitivo y coloca sobre ellos (como en el origen de las tapas) la tostadita con jamón, también puedes servirla a un lado. ¡Buen provecho!
Esta receta de **crema de calabaza con brunoise de setas de cardo y piñones** es un delicioso y elegante aperitivo. Es sabroso, con un punto dulce, muy fácil de hacer y además nutritivo. Preparad unos bonitos vasos para servir este aperitivo, la crema de calabaza la podéis hacer con antelación, y el salteado de setas en brunoise apenas necesita muy pocos minutos y queda espléndido coronando esta elaboración.
**Ingredientes (4 vasitos pequeños)**
1 chalota grande
1 diente de ajo grande
1 rodaja de jengibre
80 gramos de zanahoria
una pizca de pimienta blanca
150 gramos de leche evaporada
c/n de sal
c/n de aceite de oliva virgen extra
500 gramos de calabaza asada
100 gramos aprox. de caldo vegetal
1 c/s de salsa de ostras (opcional).
**Para la brunoise de setas**
4 setas de cardo (sin el tallo)
1 c/s de piñones nacionales
4 c/p de esferificaciones de chile (Pescaviar)
4 tallos de cebollino
una pizca de sal Maldon ahumada
de aceite de oliva virgen extra.
**Elaboración**
En un cazo amplio pon un chorrito de aceite de oliva virgen extra a calentar, pela y pica finamente la chalota, el ajo y el jengibre, incorpóralos al cazo y deja que aromaticen el aceite. A continuación añade la zanahoria previamente pelada y cortada en rodajas finas, la pimienta blanca molida, la leche evaporada y una pizca de sal, lleva a ebullición.
Cuando rompa a hervir, baja el fuego y deja que la zanahoria se cueza hasta que esté tierna. Entonces, incorpora la calabaza asada troceada y el caldo, sube el fuego para que vuelva a romper a hervir, entonces deja un minuto y apaga el fuego. Añade la salsa de ostras, mezcla bien y tritura hasta obtener una crema fina. Prueba y rectifica de sal o especias si fuera necesario.
En una sartén antiadherente con un poco de aceite de oliva virgen extra, saltea las setas previamente cortadas en brunoise, junto a los piñones, para que se tuesten. Recuerda añadir una pizca de sal a las setas, y si lo deseas, una pizca de pimienta negra o de tomillo, si deseas aportar notas de bosque.
**Acabado y presentación**
Sirve en los vasitos de aperitivo la **crema de calabaza asada con zanahoria y jengibre**, corónala con la brunoise de setas de cardo y los piñones. Para terminar, añade las esferas de chile, el cebollino fresco picado, las escamas de sal ahumada y unas gotas de aceite de oliva virgen extra. ¡Buen provecho!
**Abreviaturas**
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
**Ingredientes**
190 gramos de azúcar
50 gramos de cacao puro en polvo (sin azúcar)
una pizca de sal
200 gramos de agua
extracto de vainilla https://lbry.tv/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-527:f
**Elaboración**
La elaboración de este **almíbar** o **sirope de chocolate** es muy sencilla, aunque conviene estar pendiente de la preparación. Utiliza un cazo de fondo grueso.
Pon en el cazo los ingredientes sólidos y mézclalos, a continuación añade el agua poco a poco mientras vas batiendo para que los ingredientes se vayan mezclando y no se creen grumos.
Lleva el cazo al fuego, a temperatura media-alta y ve moviendo mientras se calienta para que el azúcar se disuelva. Cuando empiece a hervir, reduce inmediatamente el fuego y cuece durante 6 u 8 minutos o hasta que el almíbar tenga casi la densidad deseada, pues al enfriarse espesará más. Recuerda que es un almíbar, no un caramelo.
Cuando retires el **sirope de chocolate** del fuego, añade el extracto de vainilla, mezcla y deja enfriar. Después puedes introducirlo en un biberón o en un tarro con tapa hermética. No es necesario reservar en el frigorífico, pero seguramente para algunos postres convendrá que esté bien frío.
Las galletas saladas tipo crackers suelen gustar mucho en los aperitivos, y aunque es habitual recurrir a las que se comercializan, hay que decir que son muy fáciles de hacer y que además, podemos aromatizarlas y enriquecerlas como más nos apetezca. Un ejemplo fueron los crackers de parmesano con harina de garbanzo https://lbry.tv/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-490:a, y hoy os traemos estos **Crackers de mozzarella**.
Si todavía no habéis probado a hacer vuestras **galletas saladas**, aquí tenéis nuestra propuesta, aunque las dos mencionadas tienen queso son muy diferentes tanto en sabor como en textura. El tiempo de elaboración es muy corto, una media hora entre la preparación de la masa y el horneado, así que se pueden hacer en cualquier momento, simplemente hay que hacerlas con tiempo para que la masa repose. Lo que no tendrán reposo son los crackers de mozzarella una vez hechos, es empezar y no parar…
**Ingredientes (16 galletas grandes)**
120 gramos de harina
100 gramos de mantequilla
1/2 c/p rasa de sal
1/2 c/p de orégano
1/2 c/c de pimienta negra
1/2 c/c de cúrcuma
60 gramos de mozzarella rallada.
**Elaboración**
Tamiza la harina y ponla en un bol, corta la mantequilla fría en dados pequeños e incorpórala a la harina, añade también la sal, las especias y el orégano. Mezcla bien con las manos, como cuando trabajas la masa quebrada, hasta que la harina absorba la mantequilla.
Finalmente incorpora el queso rallado y mezcla bien. Haz una bola con la masa y colócala sobre una hoja de papel vegetal, cúbrela con otra hoja y estira con el rodillo hasta dejar una lámina de masa fina, menos de medio centímetro.
Ponla en el frigorífico, cubierta con el papel vegetal, y deja que se enfríe durante una hora aproximadamente, la masa se endurecerá.
Precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Prepara los crackers con un cortapastas, puedes utilizar el que prefieras en tamaño y en forma. Una vez cortados y dispuestos sobre una lámina de teflón o el mismo papel vegetal, ponlos en la bandeja del horno.
Hornea los crackers de queso durante 15-20 minutos, hasta que hayan adquirido un tono dorado.
**Emplatado**
Retira los **crackers salados** del horno y pásalos a una rejilla para que se enfríen y se mantengan crujientes. Después estarán listos para comer o para guardar en un tarro con tapa hermética. Si deseas guardarlos varios días, convendrá que estén en el frigorífico. ¡Buen provecho!
**Abreviaturas**
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria