Uno de los tipos de **pasta italiana** más populares son los **penne**, lo que nosotros conocemos como macarrones o como plumas. Hay distintos tipos de penne, en primer lugar se distinguen por si tienen estrías en su superficie o si son lisos, es decir, si son penne rigate o penne lisce.
Los penne son cilindros de pasta y los extremos tienen un corte oblicuo, de hecho, es este corte el que le da el parecido con el plumín o la pluma estilográfica, y penna (singular de penne) se traduce como pluma.
Hay distinto tipos de penne y no sólo se diferencian por las estrías o grabado en la parte exterior de la pasta, también hay penne de distintos tamaños y si hablamos de los más grandes debemos hablar de **Pennoni**.
Los **pennoni** también son cilindros elaborados con sémola de trigo duro, lisos o estriados, con el corte oblicuo en los extremos, pero con un tamaño mayor que el de los clásicos penne, son plumas grandes. Hay que decir que hay pennoni que son simplemente un poco más grandes que los penne y también los hay que son casi tan grandes como la pasta para canelones con forma de cilindro, como los que podéis ver en la foto superior.
Se venden como pasta seca y es muy versátil a la hora de elaborar una receta, acepta muchos tipos de salsas, éstas cubrirán la **pasta** y también se introducirán en su interior. Según el tamaño que tengan los **pennoni** serán ideales para rellenar, e incluso se puede disfrutar simplemente cocidos y con algún aderezo.
Todos sabemos lo que son **las salsas**, esa mezcla de ingredientes que puede ofrecer variadas texturas que en armonía, acompañan a platos dulces y salados, calientes y fríos, un abanico de posibilidades que pueden realzar el sabor de nuestras **recetas**.
Podemos hablar de los primeros indicios de la **historia de las salsas**, que se hallan en la antigua Roma con el **garum** https://www.historiacocina.com/historia/articulos/garum.htm aunque parece ser que es original de Grecia, de hecho, debe su nombre al pez que los helenos llamaban garos, garon o garo, y que en la actualidad conocemos como caballa.
El garum es un aderezo elaborado con la casquería de este pescado u otro, dependiendo de la zona de elaboración, junto a otros ingredientes como el vino, el vinagre, el aceite y la pimienta entre otras especias. Se utilizaba en muchos casos para ocultar los sabores de los alimentos que estaban a punto de estropearse, pero también era considerado un aderezo afrodisíaco.
No es que fuera una exquisitez, pero poco a poco se fue refinando y proporcionando sabores más agradables, aromáticos y suaves.
Pero si os parece vamos a ir a la práctica actual, a partir de esta introducción a la que seguirá una serie de posts, pues a pesar de que una **salsa** tenga infinidad de **fórmulas y aplicaciones**, ciertos consejos prácticos pueden proporcionarnos mejores resultados a la hora de hacer, combinar y servir una salsa.
Principalmente, lo que hay que tener en cuenta son los ingredientes que van a formar este aderezo, igual que insistimos en que es mucho mejor aprovechar los productos de temporada para elaborar nuestras recetas, la salsa, ese condimento que en muchas ocasiones se desluce, merece toda nuestra atención y tratamiento, debe estar hecha con productos frescos y de calidad, es la mejor manera de tener un éxito completo del plato.
También hay que valorar con qué se va a combinar la salsa, así como el resto del menú para que no resulte pesada, cuando son imprescindibles o cuando se pueden suavizar, los ingredientes básicos y los alternativos…
Afortunadamente la gastronomía es muy amplia, tanto como nuestras ganas de saber y de probar, y las salsas tienen un papel muy importante en la cocina, así que aquí vamos a estar para sacarles el máximo provecho.
**Ingredientes (6 comensales)**
1 kg. de cabracho https://www.pescaderiascorunesas.es/pescados/cabracho
200 gramos de gambas frescas
5 huevos
200 ml. de nata para cocinar
1 cebolla
2 dientes de ajo
1/2 pimiento rojo
1/2 vaso de tomate triturado
1 vaso de vino blanco
1 cucharada de salsa perrins o salsa inglesa https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-89:6
pimentón dulce
mantequilla
sal y pimienta
aceite de oliva.
**Elaboración**
Llenamos una olla con abundante agua y la llevamos a ebullición. Cocemos en este agua las gambas. Dejamos que se cocinen un minuto, a partir del momento de introducirlas. Inmediatamente después retiramos y las ponemos en agua fría, para cortar la cocción.
En la misma olla, cocemos los cabrachos. Para ello, apagamos el fuego de la misma y los introducimos dentro de este agua. Dejamos que se cocinen aquí, unos 10 minutos.
Hecho esto, pelamos las gambas y quitamos toda la carne al cabracho. Será una tarea sencilla que podrás hacer con las mismas manos. Aprovecharemos también algo de la piel, pues en su justa medida aportará sabor al pastel.
En una sartén ponemos un chorrito de aceite y calentamos a fuego medio. Añadimos los dientes de ajo, la cebolla y el pimiento rojo, todo bien picado y lo cocinamos durante 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
Después añadimos el tomate triturado, una pizca de sal y de pimienta y dejamos que se cocine durante unos 5 minutos más, removiendo también de vez en cuando. Hecho esto añadimos el vino blanco y subimos la potencia del fuego, para que el alcohol evapore.
Cuando hayamos acabado retiramos del fuego y lo metemos en una batidora. Añadimos también el cabracho bien desmigado, las gambas, la nata, los huevos, la salsa perrins, una pizca de pimentón dulce y lo trituramos todo.
Ahora, introducimos esta mezcla en un molde de cocina, previamente engrasado con un poco de mantequilla, para que no se pegue después e introducimos en el horno previamente calentado a 180ºC.
En aproximadamente 50 minutos tendremos listo nuestro **pastel de cabracho**. Para comprobar que esté completamente cocinado podemos pinchar con un cuchillo. Si sale limpio es porque se ha hecho bien y se puede sacar del horno.
El **Pecorino al tartufo** Cacio di Bosco (o Pecorino con trufa), es un **queso Toscano**. Está elaborado con leche de oveja y las lascas de trufa negra se encuentran en todo su interior.
Los quesos Pecorino deben su nombre a la palabra Pécora, que significa oveja en italiano. Hay cuatro variedades principales, todas con DOP, Pecorino Romano, Pecorino Sardo, Pecorino Toscano y Pecorino Siciliano.
Hay diferencias en las diferentes variedades de queso, el Pecorino Romano es el más conocido fuera de Italia, se suele utilizar en la cocina como el parmesano, está muy curado y es bastante salado. El Pecorino Toscano, del que os hablamos hoy con este Pecorino al tartufo, es más suave y es ideal para aromatizarlo con otros ingredientes, como en este caso la trufa.
El Pecorino Toscano tiene un 32% de materia grasa, se elabora con leche de oveja pasteurizada entera, y se le da una forma redonda para su maduración con un peso que puede variar entre 1 y 3 y ½ kilos. De color blanco pajizo (permite ver la trufa en cada bocado), textura granulosa, se desmiga al cortarlo, y ofrece un sabor láctico con un final ligeramente picante. Su corteza no es comestible, está tratada con conservantes y cubierta con una película protectora.
Para los amantes de los **quesos curados** y de la **trufa negra**, os recomendamos apostar por este queso. Lo podéis encontrar en el Club del Gourmet de El Corte Inglés. Su precio es elevado, unos 35 euros el kilo, pero un capricho así podemos dárnoslo de vez en cuando.
El **arroz arborio** es, junto al arroz carnaroli https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-1627:0 y el vialone nano, uno de los tipos de **arroz italiano** utilizados para la elaboración del risotto, plato tradicional de la cocina de Italia caracterizado por su textura cremosa y su riqueza en sabor entre otras cosas.
Estos tipos de arroz son ideales para conseguir la textura deseada en el risotto por su alto contenido en almidón y su capacidad de absorber mucho líquido, el **arroz arborio** cocinado en su punto ofrece una textura tierna, con el núcleo al dente, conservando su forma, doblando su volumen y blanqueándose aún más.
El arroz arborio es de grano medio, redondo y blanquecino, pertenece a la variedad japónica. Este arroz es originario del municipio de Arborio, en la provincia de Vercelli, al que debe su nombre, y parece ser que surgió alrededor de 1946.
Por el contenido de amilosa (molécula de almidón) del arroz arborio, en torno a un 18% (menos que el carnaroli), debe cocerse en su punto exacto, tiempo que oscila entre los 14 y los 16 minutos, además es recomendable tostarlo ligeramente con el sofrito antes de añadirle el caldo o líquido de cocción.
Las **características del arroz arborio** son también ideales para hacer un arroz meloso valenciano, que principalmente se diferencia del risotto porque el caldo se añade de una vez y no se incorporan tantas grasas en la elaboración (queso, nata…), resultando más saludable.
Los valores nutritivos del **arroz arborio** son similares al resto, por cada 100 gramos proporciona unas 350 kcal., 6-8 gramos de proteínas, 78 gramos de carbohidratos y 0’9-1’5 gramos de grasas. Este arroz se puede adquirir en casi cualquier comercio de alimentación de nuestro país, es una maravilla porque cada vez disponemos de un mayor abanico de posibilidades culinarias gracias a las características de los distintos arroces que se cultivan.
La **mantequilla de ajo** es una de las mantequillas compuestas o mantequillas aromatizadas más populares, la mantequilla compuesta es una masa elaborada con mantequilla ablandada y combinada con distintos ingredientes. Se hace a partir de la mantequilla a temperatura ambiente para poder trabajarla y mezclarla bien con los ingredientes que la van a aromatizar, después se le da forma y se introduce en el frigorífico para que vuelva a endurecerse.
La **mantequilla de ajo** es un condimento excelente para combinar en muchos y variados platos, desde una simple tostada al gratinado de un pescado o unas patatas al horno, para fundir sobre un filete de carne, añadir a un plato de pasta o incluso como base para engrasar una sartén y saltear unas verduras.
**Ingredientes**
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
3 dientes de ajo
2 ramitas de ajedrea fresca (también puedes sustituirla por perejil, hierbas provenzales, finas hierbas, romero…)
piel rallada de una lima
pimienta negra
sal.
**Elaboración**
Pela los dientes de ajo y pícalos en el mortero junto a la sal, añade las hierbas aromáticas, pimienta negra y la piel de lima y continúa triturando y mezclando bien.
Pon en un cuenco la mantequilla pomada e incorpora los ingredientes preparados con el ajo, mezcla bien hasta que se hayan integrado todos los ingredientes. Pon la mantequilla sobre film transparente y enróllalo, dándole forma como si fuera un cilindro. También puedes poner la mantequilla en cubiteras y después conservar (bien tapada) en el congelador, resultará igualmente práctico recurrir a una porción de **mantequilla de ajo**.
**Ingredientes**
100 gramos de almendra cruda
100 gramos de miga de pan mojada
1 diente de ajo
2 cucharadas de vinagre
aceite de oliva virgen extra
agua muy fría
sal
higos frescos (dos por comensal)
jamón ibérico en lonchas muy finas.
**Elaboración**
Poner en el vaso de la batidora las almendras, el diente de ajo y la sal, y triturar bien. Añadir la miga de pan, el aceite y el vinagre y poco a poco ir añadiendo el agua sin dejar de batir, hasta tener la cantidad y la textura deseada.
Pasar el ajoblanco por el chino y dejarlo unas horas en la nevera para que esté bien frío a la hora de comer.
Pelar los higos, hacer una cruz en el centro e introducir lonchas de jamón ibérico enrolladas.
**Emplatado**
Servir el **Ajoblanco** en platos hondos, poner los higos con el jamón en el centro y regar con un poco de aceite de oliva virgen extra alrededor de los higos.
**Ingredientes (4 comensales)**
1 kg. de patatas
150 gramos de mantequilla
3 yemas de huevo
150 gramos de carne picada
1/2 cebolla
2 o 3 cucharadas de tomate frito (salsa de tomate)
1 cucharadita de orégano https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-1888:6
harina, pan rallado y huevo batido, para empanarlas
sal y pimienta negra recién molida
aceite.
**Elaboración**
Cocemos las patatas. Para ello, las metemos en abundante agua, que las cubra por completo y la llevamos a ebullición. Dejamos cocer entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tamaño de la patata. Cuando podamos meter un cuchillo y que salga con facilidad, estarán cocidas.
Escurrimos la patata del agua y la pelamos con la mano. La cortamos en trozos y la ponemos en un bol. Añadimos la mantequilla cortada en trozos, una pizca de sal y de pimienta y aplastamos con un tenedor para triturar y mezclar todos los ingredientes.
Añadimos las yemas de huevo y volvemos a integrar. Metemos toda la mezcla en la nevera durante un mínimo de 2 horas para que se compacte bien. Aunque puede aguantar perfectamente una noche entera.
Preparamos el relleno de nuestras bolas de patata. Para ello echamos un chorrito de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añadimos la cebolla bien picada y salpimentamos. Removemos mientras dejamos que se cocine durante unos 5 minutos.
Añadimos la carne picada y con la ayuda de una cuchara de madera, lo removemos todo bien, mientras vamos cortando la carne picada. Así nos aseguramos que no queden mazacotes muy grandes. Cocinamos a fuego fuerte un par de minutos, para darle color a la carne.
Añadimos el tomate y el orégano. Removemos y dejamos cocinar a fuego suave 5 minutos más. Después dejamos que se temple un poco.
Con el relleno ya más frío y con la patata compacta de estar en la nevera, cogemos con una mano una porción de patata. La aplastamos un poco y hacemos un agujero en su interior. Ponemos sobre él una o dos cucharadas del relleno y lo tapamos con otra porción de la patata. Le damos forma de bola y después la pasamos por harina, huevo y pan rallado. Reservamos en un plato hasta haber rellenado y empanado todas las bolas de patata.
Freímos las bolas de patata rellenas en abundante aceite. Es importante que esté caliente, pero tampoco demasiado para que el calor penetre al centro. Si tienes freidora, unos 160ºC estará bien. Cuando esté bien cocinada por todas sus caras, retiramos la bola del aceite y la colocamos sobre papel absorbente.
**Ingredientes**
600 gramos de pavo pechuga o muslos deshuesados
2 zanahorias
1 cebolla morada
2 calabacines medianos
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
copos de patata para realizar 500 ml. de puré de patata
250 mililitros de leche
aceite
sal
pimienta
1 hoja de laurel.
**Elaboración**
**Corta las hortalizas**
Limpia las hortalizas. Raspa las zanahorias, pela la cebolla, despunta los calabacines y limpia los pimientos. Lava todo, sécalo y córtalo en trozos pequeños y similares.
**Dora el pavo**
Trocea el pavo y salpimiéntalo. Calienta una sartén con un poco de aceite, dóralo por todos los lados y reserva.
**Cuécelo con las verduras**
En la misma sartén, sofríe las hortalizas 2-3 minutos. Agrega agua hasta cubrirlas y el laurel lavado y cuece a fuego fuerte hasta que se consuma la mitad del líquido. Reincorpora el pavo y 100 ml. más de agua y cuece otros 5 minutos. Rectifica de sal y de pimienta, retira y deja que repose.
**Elabora las patatas duquesa**
Prepara el puré según las instrucciones del envase, utilizando la leche de la receta y añadiendo agua, si fuera necesario más líquido. Sazona, pásalo a una manga pastelera con boquilla rizada y haz rosetones en la placa forrada con papel. Gratina en el horno y sirve el guiso con las patatas duquesa.
**Consejos y variantes para el pavo guisado a la jardinera**
• Enharina los trozos de pavo antes de dorarlos, así la salsa del guiso ligará mucho mejor.
• En lugar de usar agua para preparar esta receta, utiliza caldo de ave o de verduras.
• Para que las patatas duquesa queden más doraditas, pinta la superficie de los rosetones con yema de huevo o espolvoréalos con un poco de queso rallado.
• Este guiso se puede hacer con las verduras que tengas más a mano. Puedes usar guisantes, judías verdes, champiñones…
• Aunque las patatas duquesa combinan muy bien con este plato, también puedes servirlo con una guarnición de arroz cocido.
**Ingredientes**
215 gramos de harina integral (a ser posible ecológica)
8 gramos de levadura de repostería
150 gramos de zanahoria (pesada una vez limpia)
2 c/s de cilantro fresco picado
2 c/c de semillas de comino
4 gramos de sal
180 gramos de leche
50 gramos de aceite de oliva virgen extra
1 huevo.
**Elaboración**
Precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Tuesta ligeramente en una sartén (o en el horno) las semillas de comino para extraer su aroma. Tamiza la harina con la levadura, si utilizas harina integral deberá ser un tamizador que permita el paso del salvado. Pon la harina en un cuenco e incorpora la sal, añade también las semillas de comino.
Ralla la zanahoria y pica el cilantro, añade ambos ingredientes a la harina. Finalmente incorpora la leche, el aceite y el huevo batido. Mezcla con una espátula todos los ingredientes sin batir demasiado, sencillamente que obtengas una masa densa y homogénea, con los ingredientes bien integrados.
Engrasa los moldes para muffins con un poco de aceite de oliva y vierte el preparado dejando un dedo aproximadamente para darle espacio cuando suban durante el horneado.
Hornea los **muffins de zanahoria y cilantro** durante 25 minutos o hasta que estén bien cocidos, entonces retira del horno y deja enfriar antes de desmolar.
**Abreviaturas**
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria