Mientras que Hal y Lois se van el fin de semana a una boda, Francis llega de la escuela militar para cuidar a Malcolm, Reese y Dewey. Malcolm escucha a sus padres decir que consideran traer a Francis de nuevo a casa, por lo que convence a sus hermanos de portarse bien para tener de vuelta en el hogar a su hermano mayor. Las cosas se complican cuando Richie y otros amigos de Francis dejan la casa devastada en una especie de fiesta informal, y es entonces cuando Francis se entera de las intenciones de sus padres y pone todo en orden junto con sus hermanos, hasta que Malcolm se lastima. Sabiendo que Lois lleva la cuenta de todo en la casa, incluso el kilometraje del auto, los hermanos hacen lo imposible para curar a Malcolm.