En la década de los 50 se creía que había una rivalidad entre los dos iconos del cine mexicano; sin embargo, muchos aseguran que su relación era mucho más respetuosa de lo que se pensaba.
Pese a que todos fueron parte de los actores más afamados de la época, no alcanzaron las mismas ganancias debido los proyectos que aceptaban y la forma en que gastaban su fortuna.
El “Charro Cantor” en pocas ocasiones se dejó ver sin su característico atributo, pues éste se había vuelto parte de la imagen que lo catapultó al éxito internacional.