El Enterprise, los buques de escolta y los submarinos se enzarzan en la mayor batalla naval de la historia. En una serie de feroces ataques, tanto aéreos como terrestres, la armada japonesa es destruida totalmente en la última gran batalla del Pacífico. Con la flota enemiga sumida en el caos, el Enterprise y las fuerzas estadounidenses despejan el camino para la invasión de Filipinas y emprenden la ruta hacia Tokio.
Mientras los aliados toman Francia, al otro lado del mundo las fuerzas estadounidenses llegan a Saipán en las Islas Marianas. El portaviones Enterprise libra una de las mayores y más mortíferas batallas de la guerra del Pacífico. La contienda continúa mientras el buque se dirige hacia Filipinas. El Enterprise y los buques de su flota destruyen prácticamente a las fuerzas aéreas de la armada japonesa en la Batalla del Mar de Filipinas, además de devastar a las unidades enemigas de superficie, en lo que constituye una de las batallas más importantes de la guerra en las que participa el portaaviones.
En las Islas de Santa Cruz se libra la segunda parte de la sangrienta contienda de las Islas Salomón. En un día de violentos combates, el USS Enterprise no sólo pierde uno de sus barcos, el portaaviones gemelo USS Hornet, sino que sufre docenas de bajas a medida que las bombas alcanzan a la cubierta de despegue. Cuando la batalla parece haberse calmado, el USS Enterprise es la única nave estadounidense que queda en el Pacífico. Para la marina estadounidense en Santa Cruz, sobrevivir se convierte en la última batalla que queda por librar.