Durante la Segunda Edad de la Tierra Media los elfos herreros forjaron nueve Anillos de Poder para los reyes de los hombres, siete para los reyes enanos y tres para los señores elfos. Al mismo tiempo y en secreto, el señor oscuro Sauron forjó el Anillo Único, que le permitía controlar los otros anillos y así a sus portadores. Aun así, los hombres y los elfos formaron una última alianza e hicieron la guerra a Sauron, derrotándolo finalmente junto a su fortaleza de Barad-dûr. Isildur, príncipe de los hombres, cortó el dedo del Anillo a Sauron, pero en vez de destruirlo lo tomó para si. Poco después, unos orcos le mataron en las márgenes del Anduin, con lo que el Anillo fue a parar al fondo del río y allí permaneció durante siglos; hasta que un día fue encontrado por dos amigos llamados Déagol y Sméagol. Este último mató al primero para quedarse con el Anillo, que le corrompió y deformó hasta convertirle en una criatura inidentificable conocida como Gollum. Tiempo después, el hobbit Bilbo Bolsón encontró por accidente el Anillo, extraviado por Gollum, y lo conservó sin saber de su verdadero poder.
El dueño de un circo en aprietos contrata a un hombre y sus dos hijos para cuidar de un elefante recién nacido que puede volar, que pronto se convierte en la atracción principal que revitaliza al circo.