El profeta Elías fue un hombre con una gran misión en su tiempo. En su lucha contra la idolatría tuvo que enfrentar principalmente a Jezabel, mujer fenicia que fue desposada por el rey Acab. Elías fue tan importante para Dios que fue llevado al cielo sin sufrir muerte.

Una vez mas, el profeta Jeremías es castigado injustamente solo por llevar el mensaje de juicio de Dios sobre el pueblo y sus gobernantes.

A pesar de que Dios había hecho grandes manifestaciones de su poder a los israelitas, no creyeron que Dios los podía ayudar a vencer a sus enemigos.

Jeremías profetiza las conquistas de Babilonia sobre las demás naciones, incluyendo Israel, debido a su maldad e idolatría. A pesar del aviso de Dios, el pueblo de Israel sigue terco y rebelde contra las profecías de Jeremías. Finalmente la misma Biblia y la historia nos relatan que las profecías de Jeremías se cumplieron debido a que la gente no hizo caso a las advertencias del Dios único, dueño y soberano sobre su creación.