Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Nardo del día 5 de junio de 2021
¡Oh Sagrado Corazón, qué tierno eres!
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Nardo del 5 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, qué tierno eres!
Meditación: Dicen que una vez la Santísima Virgen a un niño se le presentó, le habló del Amor y de su Corazón, pero el niño que sorprendido la escuchaba se atrevió a preguntarle por el Niño Dios. De tal modo, una conversación parecida a ésta se escuchó: Perdón, Virgen María, ¿pero si voy al Cielo voy a poder jugar con el Niño Jesús?. La Virgen sonriendo contestó: "Sí, en el Cielo se te da todo lo que buscas con un corazón de niño". El pequeño prosiguió: ¿Al fútbol también podré jugar con El?. La Virgen contestó: Si así lo deseáis... El niño: Ah, pero siempre va a ganar Jesús, porque El es el mejor, es Dios. La Virgen, llena de ternura, contestó: "No, mi amor, porque en el Cielo no hay competencia y mi Jesús siempre deja ganar…". A lo que el niño, poniéndose a llorar respondió: "Entonces yo no quiero ganar, sólo quiero ser como Jesús...". ¡Qué lección la de la Madre de Dios!. Ella nos muestra la humildad y la ternura del Corazón de Su Hijo, que todo nos da, nos deja hasta querer ¨ganar¨ para que podamos aprender a ser como El, y ver que el Rey, todo Poder, trabaja en la pequeñez. ¿Qué nos queda entonces a nosotros?.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
Florecilla: Que tratemos de ser niños guiados por la voz de nuestra Madre, practicando la humildad.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
MES DE MARZO DEDICADO AL GLORIOSO PATRIARCA SAN JOSÉ:
Día 26º- Esperanza de los afligidos. En tu vida, oh san José, no todo fue claro y fácil de comprender. Sin embargo, supiste ubicarte siempre con la seguridad que te daba la esperanza de estar en las manos de Dios.
Te ruego, oh san José, de consolar hoy a todos los que están afligidos por cualquier causa. Llena sus días de personas amigas y desinteresadas.
"Para mí, la Oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús".
SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS.
TRECENARIO (13 VIERNES CONSECUTIVOS) EN HONOR DE SAN FRANCISCO DE PAULA:
CUANDO SE HUNDIA («Brutio natus»).
Cuando se hundía el mundo en sus errores,
diolo Calabria, Paula lo engendraba;
éste que luego, espléndido en milagros,
Francia lo acoge.
Quiso en la tierra ser en todo humilde;
«mínimo» siempre, ser por todos dicho.
Sólo así excelso pudo en alto cielo
ser coronado.
Quiso a los suyos, Mínimos llamarlos;
quiso que humildes, fuesen sus hermanos;
verlos a todos, junto con los santos
llenos de gloria.
Da con frecuencia, donde está enterrado,
vista al enfermo, siempre que le ruega;
da al desgraciado, cuando va a rogarle
don saludable.
Ven ya los ciegos, andan los tullidos,
cobra el oído, quien sordo sufría,
muertos se yerguen, tienen ya los mudos
voz en sus bocas.
Todos los fieles dan al Señor gracias,
Dios Uno y Trino; y El que da a los justos
dones de dicha y sube hasta los cielos
hombres humildes. Amén.
MES DE MARZO DEDICADO AL GLORIOSO PATRIARCA SAN JOSÉ:
Día 9º- Hombre del discernimiento. No te fue tan fácil, oh san José, discernir entre las circunstancias de la vida lo que Dios quería de ti para tu misión y tu familia.
Ayúdame, oh san José, a intuir entre los acontecimientos del día el paso de Dios por mi vida.
DEVOCIÓN DEL DÍA 19 DE CADA MES EN HONOR DEL GLORIOSO PATRIARCA SAN JOSÉ:
Comenzar con la señal de la cruz y el acto de contrición.
Oración a María Santísima:
Amabilísima Madre mía; pues gustáis tanto de que veneremos a vuestro querido esposo San José, encended más en mi corazón la llama de la devoción a tan gran santo, y por la reverencia y amor que le tenéis, os suplico me alcancéis de vuestro divino Hijo el perdón de mis pecados y la gracia que necesito para mi salvación; favor que espero no me negaréis poniendo por medianero a mi patrón y abogado San José. Amén.
Oración a San José:
Gloriosísimo patriarca San José, dignísimo esposo de la Madre de Dios, padre adoptivo de nuestro adorable Redentor y poderosísimo abogado nuestro en toda tribulación, en toda necesidad y en todo peligro: os elijo por mi patrón y abogado para toda mi vida y para mi muerte. Os pido humilde y con toda mi alma que me recibáis, santo mío, por perpetuo siervo y esclavo vuestro, y que con vuestro poderoso valimiento me alcancéis la continua protección de vuestra Esposa, la Inmaculada Virgen María y las misericordias de mi amantísimo Jesús. Asistidme siempre y bendecid mis palabras, obras, acciones, pensamientos y deseos para que en todo me conforme a la voluntad divina, y así, sirviéndoos constantemente, logre con vuestro patrocinio una feliz muerte. Así sea, Jesús, María y José.
Felicitaciones a San José por sus siete principales privilegios y las felicidades dispensadas por el Señor:
PRIMER PRIVILEGIO:
Os felicito, glorioso San José, y doy infinitas gracias a Dios por haberos escogido para padre adoptivo de su unigénito Hijo y para guía del mismo Jesús y de su Santísima Madre en sus penosos viajes durante su vida mortal: por esta vuestra felicidad, os suplico que me guiéis en mi viaje de esta vida a la eterna, alcanzándome la gracia de purificar a menudo mi alma en el santo Sacramento de la Penitencia. Así sea, Jesús, María y José.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús y María, José, Joaquín y Ana, en vida y en muerte amparad a mi alma.
Oración Del Centenario De Las Apariciones De Fátima
¡Salve, Madre del Señor,
¡Virgen María, Reina del Rosario de Fátima!
Bendita entre todas las mujeres,
eres la imagen de la Iglesia vestida de la luz pascual,
eres la honra de nuestro pueblo,
eres el triunfo sobre la marca del mal.
Profecía del Amor misericordioso del Padre,
Maestra del Anuncio de la Buena Nueva del Hijo,
Señal del Fuego ardiente del Espíritu Santo,
enséñanos, en este valle de alegrías y dolores,
las verdades eternas que el Padre revela a los pequeños.
Muéstranos la fuerza de tu manto protector.
En tu Inmaculado Corazón,
sé el refugio de los pecadores
y el camino que conduce hacia Dios.
Unido/aa mis hermanos,
En la Fe, la Esperanza y el Amor,
a ti me entrego.
Unido/aa mis hermanos, por ti, a Dios me consagro,
oh Virgen del Rosario de Fátima.
Y, en fin, envuelto/a en la Luz que de tus manos proviene,
daré gloria al Señor por los siglos de los siglos.
Amén.
Mt 1, 18-23:
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
MES DE MARZO DEDICADO AL GLORIOSO PATRIARCA SAN JOSÉ:
Día 28º- Amparo de las familias. Oh san José, la Escritura afirma que a lado tuyo y de María, Jesús “crecía en edad, sabiduría y gracia”.
Te ruego, oh san José, por los niños y los jóvenes para que encuentren en su familia y en la comunidad el ambiente ideal para crecer sanos y felices.
Oración a Santa Rita, la patrona de los casos imposibles
“Oh poderosa Santa Rita, llamada abogada de los casos desesperados, socorredora en la última esperanza, refugio y salvación en el dolor, que conduce al abismo del delito y de la desesperación: con toda la confianza en tu celestial poder, recurro a ti en el caso difícil e imprevisto que oprime dolorosamente mi corazón.
Dime, oh Santa Rita, ¿no me vas a ayudar tu?,
¿No me vas a consolar? ¿Vas a alejar tu mirada y tu piedad de mi corazón, tan sumamente atribulado?
¡Tú también sabes lo que es el martirio del corazón, tan sumamente atribulado!
Por las atroces penas, por las amargas lágrimas que santamente derramaste, ven en mi ayuda.
Habla, ruega, intercede por mí, que no me atrevo a hacerlo, al corazón de Dios, Padre de misericordia y fuente de toda consolación, y consígueme la gracia que deseo
(indíquese aquí la gracia deseada).
Presentada es seguro que me escuchará: y yo me valdré de este favor para mejorar mi vida y mis costumbres, para cantar en la tierra y en el cielo las misericordias divinas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.”