Lo dijo Blas... y punto redondo. Algo así como Roma locuta, causa finita, que es más curial. Cuando está todo dicho, no tiene sentido decir más. Pondremos punto final a una etapa porque es necesario avanzar en pro de soluciones frente a los nuevos problemas. Ya está bien de quejas. Y desde el cielo se están reclutando a los que han de combatir el mal con arrojo. Desde los tiempos de Juan el bautista hasta nuestros días... vim patitur (Cfr. Mt, 11, 12). Para caminar es necesario levantar un pie, con los dos siempre afianzados sobre el terreno no se avanza, y por más que se tenga mayor sensación de estabilidad... no controlas tu destino sino que otros te llevan... acaso donde no quieres ir (Cfr. Jn 21, 17). En esta última sesión cargada de referencias bíblicas, dentro de un rato, el repaso a lo que ha sido y el avance de lo que va a ser.
Porque esto no hay quien lo calle. El sentido común vuelve a despertar en el pueblo. La gente apaga la tele que solo mete miedo y repentinitis, desesperación y angustia, enfermedad y alarmas, y se va a encontrar con sus semejantes, para compartir la alegría, la ciencia, la verdad y el cariño. Para unirnos y decir que quien haga daño a los niños tendrá que rendir cuentas ante Dios y ante la historia. Es tiempo de salir con valentía a defender el futuro libre de las próximas generaciones. No se enciende una luz para esconderla, sino para que brille. Y vuestras sonrisas y las de los niños no pueden ocultarse tras una mascarilla.
La controversia acerca de las vacunas tras la crisis del COVID y el fraude sanitario que ha supuesto ha incrementado el nivel de desconfianza de la población hacia la medicina que se enseña en las facultades. Es cierto que desde hace muchos lustros, no es de ahora, las injerencias e intereses de la industria farmacéutica y otros sectores del poder han desvirtuado la esencia original de la medicina en su objetivo de ayudar siempre al paciente enfermo y promocionar medidas saludables. Aparte del daño directo propiciado por los agentes promotores de la Big Pharma, no es menor el daño que se está produciendo por el recelo creado frente a todo lo que se ha enseñado y se enseña en las facultades de medicina. El posicionamiento sobre la utilidad de las diferentes medidas diagnósticas, terapéuticas y preventivas exige ahora más que nunca acrisolar qué intereses mueven a los diferentes actores (en todos los bandos) y tratar de obtener información fiable y no sesgada de los beneficios y riesgos de cada medida. Y luego con la información en la mano, que cada paciente decida. En este vídeo doy MI OPINIÓN, sin conflicto de intereses.