A mediados del siglo XX Carl Jung observó una tendencia inquietante que se extendía vertiginosamente por todo occidente. Muchos hombres veían cómo su madurez psicológica y emocional quedaba atrofiada. Aunque físicamente sus cuerpos eran los de hombres adultos, sus mentes y sus vidas emocionales eran las de jóvenes adolescentes.
Y se refirió a este fenómeno como PUER AETERNUS, el “niño eterno”, un término que rescató de la mitología para describir al individuo que, como Peter Pan, falla en la tarea de crecer y desarrollarse.
Video del canal YouTube de Jorge Benito: https://www.youtube.com/c/JorgeBenito