la-reina-del-cielo-en-el-reino-de-la-2
Lección de la Reina del Cielo:
Hija bendita, tu oración ha herido mi materno corazón, y llamándome del Cielo estoy ya junto a mi hija para darte mis lecciones todas de Cielo. Mírame hija querida, miríadas de ángeles me circundan y reverentes están todos a la expectativa para oírme hablar de aquel Fiat Divino, del cual poseo más que todos su fuente, conozco sus admirables secretos, sus alegrías infinitas, su felicidad indescriptible y su valor incalculable. Oír que mi hija me llama porque quiere mis lecciones sobre la Divina Voluntad, es para Mí la fiesta más grande, la alegría más pura, y si tú escuchas mis lecciones Yo me sentiré afortunada de ser tu Mamá. ¡Oh, cómo suspiro por tener una hija que quiera vivir toda de Voluntad Divina! Dime oh hija, ¿me contentarás? ¿Me darás tu corazón, tu voluntad, toda tú misma en mis manos maternas a fin de que te prepare, te disponga, te fortifique, te vacíe de todo, de modo que pueda llenarte toda de luz de Divina Voluntad y forme en ti su Vida Divina? Por eso apoya tu cabeza sobre el corazón de tu Mamá celestial, y sé atenta a escucharme para que mis sublimes lecciones te hagan decidir a no hacer jamás tu voluntad, sino siempre la de Dios.
Hija mía, escúchame, es mi corazón materno que te ama tanto y que quiere volcarse sobre ti; debes saber que te tengo aquí escrita en mi corazón, el cual te ama como verdadera hija, pero siento un dolor porque no te veo igual a tu Mamá, ¿pero sabes quién nos vuelve diferentes? ¡Ah! es tu voluntad la que te quita la frescura de la gracia, la belleza que enamora a tu Creador, la fuerza que todo vence y soporta, el amor que todo consume, en suma, no es la Voluntad que anima a tu Mamá celestial. Tú debes saber que Yo conocí mi voluntad humana sólo para tenerla sacrificada en homenaje a mi Creador, mi vida fue toda de Voluntad Divina, desde el primer instante de mi concepción fui plasmada, enfervorizada y puesta en su luz, la cual purificó con su potencia mi germen humano y quedé concebida sin mancha original, por eso, si mi concepción fue sin mancha y tan gloriosa de formar el honor de la Familia Divina, fue sólo el Fiat omnipotente que se volcó sobre mi germen, y pura y santa quedé concebida. Así que si el Querer Divino no se hubiera vertido sobre mi germen, más que una tierna madre para impedir los efectos del pecado original, habría encontrado la triste suerte de las otras criaturas, de ser concebida con el pecado original, por eso la causa primaria fue la Divina Voluntad, a Ella sea el honor, la gloria, el agradecimiento de ser toda concebida sin mancha de origen.
Ahora hija de mi corazón escucha a tu Mamá, haz a un lado tu voluntad humana, conténtate de morir antes que concederle un acto de vida; tu Mamá celestial
...
https://www.youtube.com/watch?v=G5iRqjTAblQ
Transaction
Created
1 year ago
Content Type
Language
video/mp4
es