Huevos aromatizados con vainilla (Trucos de cocina)
La vainilla posee un intenso aroma, por lo que si colocamos en un tarro hermético con los huevos unas vainas de vainilla, y dejamos un par de días o más (dependiendo de la calidad de la vainilla) que descansen en el frigorífico, obtendremos **huevos aromatizados con vainilla**.
Quizá os preguntaréis qué hacer con unos **huevos vainillados**… pues son muchas las posibles respuestas, los huevos son ingredientes habituales en flanes, bizcochos, galletas, helados, magdalenas… por lo tanto, a la vez que se incorporan los huevos se está aportando el aroma de la vainilla.
Los **huevos aromatizados con vainilla** también serán un ingrediente interesante para recetas saladas. Por ejemplo en el puré de patatas añadir una yema de huevo vainillado al puré de patatas nos ofrecerá un entrante o guarnición delicioso. Pero hay muchas posibilidades más, como unos huevos al horno, cocidos, fritos, poché… nos pueden sorprender con ese toque dulzón, astringente y sabroso de la vainilla.
El **arroz venere**, también denominado arroz negro, es un producto gourmet que ya en sus orígenes era reservado para los emperadores de la Antigua China, hasta el punto de estar prohibido el consumo en otras mesas, por eso también se conoce como **arroz prohibido** o **arroz del emperador**.
El arroz negro o arroz venere, cuyo nombre rinde homenaje a la **Diosa Venere**, (diosa romana del Amor, que tenía la piel del color del ébano), proviene del cruce entre el llamado arroz del Emperador y los arroces de la Llanura Padana (valle del Pó), según explica Juan Mari Arzak.
Este arroz es de grano corto y se clasifica como **arroz integral**, así que tanto la cantidad de líquido como el tiempo para su cocción es mayor que en los arroces blancos, entre 40-50 minutos, tiempo tras el que conseguiremos un arroz de un bonito color púrpura, aromático, ligeramente **dulce** y con **sabor a nuez**. Su textura es firme y tierna, y resulta apropiado para todo tipo de platos, incluyendo postres.
Este arroz, además de ser muy valorado por sus cualidades organolépticas, es muy demandado por quienes buscan una **alimentación nutritiva y saludable**, es rico en fibra, minerales y vitaminas, además de ofrecer aminoácidos esenciales como la mayoría de arroces.
Su exotismo lo mantiene en occidente como un producto gourmet, fácil de localizar en comercios de productos delicatessen. Hay varias empresas que han puesto este ingrediente en nuestro mercado y es muy fácil de encontrar en tiendas de productos selectos.
Os recomendamos probar el arroz negro o arroz venere, es ideal para hacer **ensaladas**, como **guarnición** de carnes y pescados, delicioso aunque simplemente se haya hervido. Se pueden elaborar también dulces o **postres**.
A menudo elaboramos recetas que necesitan gelatina para mantener una estabilidad en su textura, ya conocemos sus características y cualidades, recordad que os lo explicábamos en el post Hojas de gelatina https://lbry.tv/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-578:7 , aunque también hay otros tipos de gelificantes que podemos utilizar en la cocina, como el agar agar https://lbry.tv/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-585:4 . Pero centrándonos en las hojas de gelatina y en uno de los pasos previos que hay que realizar en cualquier receta en la que se utilizan, vamos a ver más que un **truco**, un consejo de cocina para que **no se funda la gelatina en el remojo**.
Puede haberos sucedido en alguna ocasión, un despiste, una elevada temperatura del agua del remojo o un tiempo prolongado de éste, puede haber provocado que las hojas de gelatina se fundan durante su hidratación, principalmente en verano, cuando la temperatura ambiente es elevada.
En invierno puede que no sea necesario tener en cuenta el consejo que os explicamos a continuación, aunque todo dependerá de la temperatura a la que se tenga la cocina si se enciende la calefacción o simplemente porque al encender el horno y cocinar, la temperatura ambiente también sube. Aunque en principio las hojas de gelatina se funden a unos 37º C, más vale prevenir.
Las **hojas de gelatina** o **cola de pescado** debe ponerse en remojo antes de incorporarla a la receta para que se disuelva de forma homogénea y cumpla con su función, siempre hay que ponerla en remojo en agua fría, así se hidrata, y no necesita más de cinco minutos. Puede darse el caso de que nos despistemos haciendo otras cosas y la temperatura del agua suba, así que para evitarlo, hay dos caminos, añadir unos cubitos de hielo al agua del remojo o poner el recipiente con agua fría y gelatina en el frigorífico.
Así de sencillo es evitar que se funda la gelatina durante el remojo.
**Ingredientes (2-3 comensales)**
2 doradas (de unos 400 gramos cada una)
1'5 o 2 kilos de sal gorda para hornear.
**Elaboración**
Precalienta el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Prepara la bandeja del horno, para que después sea más fácil de limpiar, cúbrela con papel vegetal.
Limpia bien las doradas, retirando las aletas y con los interiores limpios (puedes pedir el pescado preparado para cocinar a la sal en la pescadería, pero asegúrate una vez que lo vayas a preparar de que está bien limpio), lávalo y sécalo bien.
Extiende una cama de sal para horno sobre el papel vegetal, coloca encima las doradas y cúbrelas con más sal, deben quedar bien cubiertas, presiona con la sal para que quede compacta.
Introduce la bandeja en el horno caliente y hornea aproximadamente durante 15 minutos (en cada horno el tiempo puede variar), si lo quieres más hecho puedes dejarlo pues unos cinco minutos más.
Una vez pasado el tiempo, retira la bandeja del horno y deja reposar cinco minutos antes de romper la costra de sal, hazlo con los cubiertos, dándole unos golpes. Retira el pescado de la bandeja, ponlo sobre otra bandeja para prepararlo para emplatar.
Retira la piel de la dorada y recupera los lomos, el pescado está en su punto si la carne está brillante y jugosa, abriéndose en lascas con facilidad, por ello es necesario manipularlo con cuidado a la hora de retirar la piel y servirlo.
La **Dorada a la sal** se puede servir con muchas guarniciones, patatas, arroz, ensalada, verduras… o sencillamente preparando unos ajos laminados ligeramente fritos en aceite de oliva virgen extra, se puede añadir bacon, pimentón, hierbas aromáticas…
¡Buen provecho!
**Ingredientes (4 comensales)**
175 gramos de queso crema (uno de buena calidad)
30 gramos de pasta de trufa negra https://hazlacompra.com/pasta-trufa-negra-mercadona
30 gramos de queso parmesano
4 rebanadas de pan tramezzini https://tienda.makro.es/shop/pv/BTY-X113261/0032/0021/Roberto-Pan-molde-tramezzino-1Kg
16 lonchas de coppa https://donsimon.net/es/ds-recipe/coppa
unas hojas de rúcula https://odysee.com/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-1099:d
granada.
**Elaboración**
Pon en un cuenco el queso crema a temperatura ambiente, añade la pasta de trufa negra y mezcla bien. A continuación corta el queso parmesano en lascas con ayuda de un pelador de vegetales y añádelas al queso crema con trufa, mezcla de nuevo para que se reparta bien.
Dispón el pan tramezzini en la mesa de trabajo, en caso de no tener este pan puedes utilizar pan de molde normal o sin corteza. Unta dos de las rebanadas de tramezzini las otras dos no será necesario untarlas.
Cubre el queso con trufa con las lonchas de coppa y tapa los bocadillos con las tapas de pan. Córtalos por la mitad y colócalos en la plancha-grill cerrándola para que tueste el pan a temperatura media-alta.
La coppa se cocinará un poco y su sabor se potenciará, por eso y por el queso parmesano principalmente, no es necesario añadir sal, queda en su punto.
**Acabado y presentación**
Una vez que el pan esté tostado y crujiente, retira y presenta el **tramezzino** en el plato, si lo deseas, córtalo en triángulos. Puedes coronar la presentación con unas hojas de rúcula y unos granos de granada, éstos aportan en algún que otro bocado un golpe de frescor muy agradable. ¡Buen provecho!
**Ingredientes (4 comensales)**
**Para el puré de boniato**
250 gramos de boniato asado
80 gramos de caldo de ave
1 c/c rasa de comino
1 c/c rasa de jengibre en polvo
1 c/s de zumo de limón
1 diente de ajo pequeño
pimienta negra
sal
25 gramos de aceite de oliva virgen extra.
**Para el caldo de cebolla tostada**
1 cebolla blanca grande
350 gramos de caldo de ave
1 c/s de salsa de soja https://lbry.tv/@SALSAMAN%C3%8DA:6/salsa-65:e
aceite de oliva virgen extra.
**Para el solomillo**
1 solomillo de cerdo (unos 650 gramos)
12 setas de ostra pequeñas
1 diente de ajo
tomillo fresco
pimienta negra
sal
aceite de oliva virgen extra.
**Elaboración**
Pon el boniato asado en el vaso de la batidora, troceado. Añade el caldo de ave, el comino, el jengibre, el zumo de limón y el ajo pelado. Añade también pimienta el gusto y una pizca de sal. Finalmente incorpora el aceite de oliva virgen extra y tritura. Debe quedar un puré espeso, recuerda que después se añadirá caldo al plato. Reserva en caliente.
Para hacer el caldo, pela la cebolla y córtala en rodajas gruesas, se podría hacer por la mitad, pero en rodajas hay más superficie para tostar, pon una sauté o una cazuela baja a calentar con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, y extiende las rodajas de cebolla. Tuéstalas a fuego medio-alto por los dos lados, cuando estén bien tostadas, añade el caldo y la salsa de soja. Lleva a ebullición y después retira del fuego. Tapa la cazuela y reserva.
Prepara una plancha o sartén amplia para hacer el solomillo, salpiméntalo al gusto y dóralo a fuego fuerte por todo su contorno. Cuando esté dorado, reduce el fuego y aprovecha para hacer las setas con la carne, añade el ajo picado y unas ramitas de tomillo.
Las setas estarán hechas en unos minutos, retíralas y reserva en caliente. Añade entonces tres o cuatro cucharadas del caldo de cebolla preparado anteriormente, tapa la cazuela y deja que el solomillo se haga unos diez minutos más, que el interior quede rosado o bien hecho, al gusto. El tiempo concreto dependerá del grosor de la pieza.
Cuela el caldo para separar de la cebolla tostada.
**Emplatado**
Sirve en platos hondos el **puré de boniato**, sobre éste coloca la ración de **solomillo** y corónalo con las **setas**. Reparte el **caldo de cebolla tostada** bordeando el puré, después cada comensal lo mezclará a su gusto. Termina con unas hojas de **tomillo fresco** y sirve enseguida. ¡Buen provecho!
**Abreviaturas**
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
**Ingredientes (8 comensales)**
3 plátanos medianos maduros
3 huevos
250 gramos de harina
150 gramos de azúcar
60 ml. de leche
80 gramos de mantequilla
15 gramos de levadura química (polvos para hornear)
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 pizca de sal.
**Elaboración**
En un bol, ponemos los plátanos troceados. Lo trituramos con un tenedor hasta obtener una especie de puré. Reservamos este puré que será la base de nuestro bizcocho de plátano.
En otro bol, ponemos los huevos y los batimos con una varilla hasta que dupliquen su tamaño. Luego añadimos la esencia de vainilla, el azúcar, la leche, la pizca de sal y la mantequilla, que previamente habremos derretido en el microondas. Volvemos a batir hasta se integren todos los ingredientes.
A continuación, tamizamos la harina y la levadura sobre esta masa. Mezclamos de nuevo todo con la varilla hasta que se integre. Después, agregamos el puré que teníamos reservado y lo integramos todo.
Engrasamos con mantequilla un molde para hornear, y vertemos en él la masa. Introducimos el molde en el horno, previamente calentado a 190ºC, y lo dejamos aquí durante unos 40 minutos.
Finalmente, pinchamos el bizcocho con un palillo. Si este sale limpio, estará listo. Si no, dejamos que se hornee algunos minutos más. Cuando esté completamente cocinado, lo sacamos del horno, y lo dejamos reposar en torno a una hora, para que se enfríe y compacte.
**Ingredientes (8 comensales)**
4 claras de huevo
2 yemas de huevo
75 gramos de mantequilla
2 naranjas
200 gramos de almendras
200 gramos de azúcar
50 gramos de maizena.
**Elaboración**
En una taza, ponemos la mantequilla y la calentamos un poco. Cuando esté templada, la deshacemos con una cuchara hasta que quede como si fuera una pomada. La ponemos en un bol, y añadimos las claras y las yemas de huevo. Lo mezclamos todo con unas varillas.
Hecho esto, molemos las almendras, sin que queden completamente deshechas. Así tendrán algo de mordida y las tejas quedarán crujientes. Rallamos la piel de las naranjas, sin llegar a la parte blanca, ya que amarga. Añadimos al bol ambos ingredientes, junto con el azúcar y la maizena y removemos bien hasta que todos los ingredientes se mezclen.
Dejamos que la masa se asiente durante unos 30 minutos. Pasado este tiempo, forramos una bandeja de horno con papel vegetal. Con una cuchara, extendemos un poco de la masa sobre ella en diferentes puntos, dando la forma que más te guste. Deja que haya separación entre ellas para que no se peguen cuando crezcan.
A continuación, introducimos la bandeja en la parte central del horno, previamente calentado a 220ºC. Pasados unos 5 minutos, la teja se habrá dorado por los laterales. Sacamos la bandeja del horno y reservamos las tejas en un plato. Finalmente, continuamos haciendo tandas hasta agotar toda la masa. Cuando las tejas se hayan enfriando un poco, servimos. ¡Que aproveche!
**Ingredientes**
2 calabacines
1/2 cebolla
1 pimiento verde
1/2 pepino
1 diente de ajo
8 espárragos blancos
8 tomates cherry
2 pepinos enanos
100 gramos de guisantes sin vaina
1 ramita de albahaca
vinagre de manzana
sal
aceite de oliva virgen extra.
**Elaboración**
**Cuece los espárragos y los guisantes**
Retira la parte más dura de los espárragos, trocéalos y cuécelos junto con los guisantes en una cacerola con agua hirviendo con sal durante 3 minutos. Escúrrelos y sumérgelos rápidamente en un recipiente que contenga agua muy fría. Escurre de nuevo y reserva.
**Prepara la hortalizas**
Limpia los calabacines, el pimiento y el pepino. Luego, pela la cebolla y el ajo. Trocéalos y disponlos en el vaso de la batidora.
**Tritura los ingredientes**
Añade la albahaca, 1/2 litro de agua, 50 ml. de aceite y una cucharada de vinagre, y tritura hasta conseguir una textura uniforme. Pon a punto de sal y pásalo por el colador chino.
**Sirve el gazpacho**
Vierte el gazpacho bien frío en los platos y decora con los espárragos y los guisantes hervidos, los tomates troceados y unas láminas de pepino enano.
**Ideas para conseguir un gazpacho de calabacín perfecto**
• **Bien fresquito**. A la hora de realizar el gazpacho puedes usar agua recién sacada de la nevera o presentarlo con unos cubitos de hielo del propio gazpacho. Con este truco estará muy rico y no quedará aguado.
• **Escoge un buen aceite**. El más recomendable es el aceite de oliva virgen extra. Cada variedad, ofrece unos matices distintos. Escoge el que más te guste.
• **Cuidado con el ajo**. Para atenuar el sabor del ajo y que no resulte indigesto, pon poca cantidad, con un diente será suficiente, y retira siempre el germen del interior.
• **Topping deliciosos**. Para dar más vida a la crema de calabacín, puedes añadir otros acompañantes. Por ejemplo, daditos de pan o hacer picatostes de pan frito. Otro ingrediente que también queda muy bien es el jamón serrano. Sírvelo en virutas o dóralo en el horno para que quede una loncha muy crujiente.
La **Salsa de pescado** o **Nam Pla** es la versión tailandesa de una salsa que se elabora en distintos países del sudeste asiático, por ejemplo, la salsa de pescado vietnamita se conoce como Nuoc Nam. Estos aderezos siguen la línea de una de las salsas más antiguas elaboradas a partir de pescado fermentado, el garum.
La **Salsa de pescado** o **Nam Pla** también se conoce como **esencia de anchoas** (pues es el pescado con el que principalmente se elabora en Tailandia), una de sus principales propiedades es la de salar las elaboraciones culinarias en las que se incorpora, algo similar al uso de la salsa de soja, de hecho, en algunas cocinas asiáticas se decantan por la salsa de pescado a falta de buenos cultivos de soja para elaborar su salsa. Ambas salsas proporcionan además el denominado quinto sabor, el umami.
Este tipo de salsas se obtiene de algunas especies de pescados, moluscos y mariscos, tanto crudos como secos, se hace con ellos una pasta y se mezcla con sal, aproximadamente entre un 10 y un 30% de ésta. La salsa de pescado necesita alrededor de 24 meses de fermentación, pero antes, aproximadamente en un mes, de esta preparación se obtiene una pasta de pescado que también se utiliza en la cocina.
Sigue el proceso de elaboración de la salsa de pescado que ofrecerá distintas calidades de la misma, es como con el aceite de oliva, la primera extracción es la mejor. Posteriormente se suele adicionar con especias y hierbas aromáticas, así que podemos encontrar Nam Pla con distintos matices de sabor, más picante, más fresco, más intenso… Cuanto mayor tiempo fermenta la salsa, más se reduce el sabor a pescado, adquiriendo sabores a frutos secos y queso curado.
En la cocina thai, la salsa de pescado o Nam Pla es un ingrediente básico, se utiliza casi para cualquier plato, aportando no sólo su sabor, también el valor nutritivo por el que siempre ha sido muy apreciado, una fuente rica en proteínas, aunque hay que añadirla en pequeñas cantidades para que proporcione un sabor equilibrado. A pesar de su intenso olor, cuando se incorpora a la receta se suaviza, potenciando el sabor del resto de ingredientes.
Sopas, salsas, marinadas… iremos viendo recetas de cocina en las que podemos incorporar la salsa de pescado, aderezo que podréis adquirir en tiendas de productos asiáticos o tiendas especializadas.