Es una obra del arte zapoteco. Se utilizó como pectoral sujeta a un collar de cuentas esféricas de jade. Se integran características de murciélago y humanas, por lo que representa al Dios Pique Ziña, relacionado con el complejo del maíz. Fue colocada con otros objetos y seres humanos como ofrenda ritual en el Adoratorio Central de la Gran Plaza. Está formada por piezas de jade ensambladas; los ojos y dientes son de concha y las placas colgantes de pizarra. Formó parte de la exposición Seis Ciudades Antiguas de Mesoamérica.
El Trono fue encontrado en los subterráneos del edificio conocido como el Palacio, de la zona arqueológica de Palenque. El lugar donde fue localizado pertenece a la Casa E, edificio construido para celebrar las entronizaciones de los gobernantes del sitio.
El texto glífico grabado en los cantos del trono aluden al monstruo cósmico como el que va pasando por el cielo y pasando por la tierra, también está vinculado con la vía láctea y el cielo nocturno.