En la era digital en la que vivimos, cada vez es más común que los gobiernos y otras entidades estatales implementen sistemas de identificación digital para realizar transacciones y servicios en línea. Si bien estos sistemas pueden tener ciertos beneficios, también presentan una serie de peligros y riesgos significativos que no deben ser ignorados. Uno de los principales peligros de las identificaciones digitales operadas por los gobiernos es la violación de la privacidad. Con el uso de estas identificaciones, el gobierno puede rastrear y monitorear todas las transacciones realizadas en línea, lo que significa que pueden saber todo lo que hacemos en línea. Esto no solo es una violación de nuestra privacidad, sino que también puede tener implicaciones graves para nuestra seguridad personal. Otro peligro es el riesgo de fraude y robo de identidad. Si los sistemas de identificación digital son vulnerables, los ciberdelincuentes pueden acceder a ellos y robar nuestra información personal, lo que puede llevar a la suplantación de identidad y a la realización de transacciones fraudulentas en nuestro nombre. Además, el uso obligatorio de identificaciones digitales también puede excluir a aquellos que no tienen acceso o habilidades para utilizar la tecnología necesaria. Esto puede resultar en una brecha digital que aumenta la exclusión social y económica. Otro peligro es el riesgo de que la información recopilada por el gobierno sea utilizada para fines de vigilancia y control. Si el gobierno sabe todo lo que hacemos en línea, pueden utilizar esta información para controlar lo que hacemos y decir en línea, lo que socava nuestras libertades civiles y derechos fundamentales. En resumen, aunque las identificaciones digitales pueden parecer una herramienta útil y conveniente para realizar transacciones en línea, no debemos ignorar los peligros y riesgos significativos que presentan. Debemos exigir transparencia y medidas de seguridad adecuadas para proteger nuestra privacidad y seguridad personal, y garantizar que estas identificaciones digitales no se utilicen para fines de vigilancia y control y esto sería en el mejor de los casos pero la realidad es que este nuevo sistema va por otro lado que a continuación continuamos describiendo. Lo que simplemente queríamos dejar en claro es que por el momento lo que se vino advirtiendo desde hace décadas y que el propio Pedro Sánchez explico: > La Pandemia vino a acelerar los procesos digitales que ya estaban en marcha < al final de cuentas sigue su marcha y no se ha cerrado el tema por más que se han levantado algunas restricciones que se vivieron durante los primeros años de la pandemia.