Coreografía: Anne Teresa De Keersmaeker Música: Thierry De Mey y Peter Vermeersch Director: Thierry De Mey Bailarinas: Samantha Van Wissen, Sara Ludi, Anne Mousselet, Cynthia Loemij, Anne Teresa de Keersmaeker, Fumiyo Ikeda, entre otras. Bélgica. (1997) - Rosas Danst Rosas. - Musicalidad y minimalismo austero, baile puro, un estilo repetitivo, tiene un considerable poder para confundir, frustrar e intrigar. Una pieza emocional basada en el movimiento sin descanso. En un momento las mujeres son colegialas medio, estableciendo alianzas y facciones, a continuación, son una comunidad femenina oprimidas expresando frustraciones de la vida, o la imágen de la feminidad sexy, o los obreros forzados a repetir las mismas acciones tediosas una y otra vez. - Creada en 1983 para cuatro bailarinas. - "Rosas danst Rosas" es uno de los primeros bailes "manifiesto" que explora la vida de la "Mujer Classic" en Bruselas. Esta es una obra que se encuentra entre las piezas más importantes de la historia de la danza de los últimos treinta años. Un baile perfecto, de limpieza vigorosa, trucos agresivos, pero también tiene toques tímidos que caracterizan el estilo de esta pieza que permitió el reconocimiento internacional de la coreógrafa belga. - La pieza comienza con cuatro bailarinas. Son mujeres de aspecto serio, con cortes de pelo comunes, usan blusas sueltas, faldas grises y horribles y zapatos marrones. Detrás de ellas se apilan las sillas. Por lo menos durante 15 minutos, no hay música, sólo la respiración de las bailarinas que ejecutan una serie de gestos cotidianos. Los cuerpos ruedan de un lado a otro como rollos de tela. Levantan los brazos, las manos tocan el pelo, se elevan y se abandonan con una suave caída de las extremidades. De Keersmaeker, con mucho alboroto, con sujetadores y bragas, intenta atribuirle significado emocional a los gestos puramente mecánicos. Ahora es sólo un movimiento, un elemento puramente físico en la intrincada estructura del baile, ahora es un estado enojado por la forma de vida de las mujeres que se dividen en la rueda de las convenciones burguesas. - — " Mi baile son cosas que intentan ser reducidas a lo esencial ", explica la creadora, y agrega — "En esta reducción, se presiona la ternura y la agresión en estrecha colaboración, drásticamente, lo que indica la imposibilidad de equilibrio y armonía en un ambiente cargado y extremadamente emocional ". - La mayor parte de la coreografía es una unión consciente del movimiento y el significado, pero De Keersmaeker logra poner en duda todo el proceso, y es esa la tensión resultante que uno tiene al ver la obra. Al mismo tiempo, las artistas de la compañía Rosas, en una especie de triple bluff, están muy ocupadas para que se disfrute de la autenticidad de lo que el espectador está viendo desfilar por su cansancio, el sudor y la respiración agitada derivada de los esfuerzos que, los bailarines, por lo general, tratan de ocultar. Un cansancio que es parte de la coreografía y está coreografiado; el tramo final de la pieza tiene a las bailarinas, por decirlo así, sentadas alrededor, recuperando el aliento, sintiendo la evaporación final del acuerdo tradicional entre público y artista. La transición final, quizás, desde el modernismo al postmodernismo. - Un cuarto de siglo después De Keersmaeker se consolida como una de las coreógrafas, desde Pina Bausch, más importantes de Europa, con una compañía fija, Rosas.

Raymonda - Variation - Act 3