**El águila no tenía escapatoria y estaba a merced del pulpo en el agua**
El águila es uno de los depredadores más temidos por los animales. Sus incursiones son letales y se llevan sus trofeos sin posibilidad de vuelta atrás. Sin embargo, en la naturaleza no siempre sucede lo que se espera y encontramos casos como el que hemos visto esta semana en aguas canadienses.
John Illet, encargado de una piscifactoría, se encontraba trabajando en el agua cuando escuchó algo raro procedente del agua. Se acercó con su barca y se encontró a un águila enredada entre los tentáculos de un pulpo, que la tenía completamente sujeta y sin posibilidad de escapatoria.
El águila es uno de los depredadores más temidos por los animales. Sus incursiones son letales y se llevan sus trofeos sin posibilidad de vuelta atrás. Sin embargo, en la naturaleza no siempre sucede lo que se espera y encontramos casos como el que hemos visto esta semana en aguas canadienses.
John Illet, encargado de una piscifactoría, se encontraba trabajando en el agua cuando escuchó algo raro procedente del agua. Se acercó con su barca y se encontró a un águila enredada entre los tentáculos de un pulpo, que la tenía completamente sujeta y sin posibilidad de escapatoria.
Illet ha explicado a Gizmodo que “escuchamos muchas salpicaduras y un chirrido proveniente de detrás de uno de los islotes flotantes. Cuando fuimos a investigar, vimos un águila de gran tamaño completamente envuelta en un pulpo gigante, algo que no crees que nunca vas a ver. He visto pulpos y he visto águilas, pero nunca los he visto pelear así”.
Decidieron intervenir
Illet y su compañero no tenían claro si mediar entre ambos animales o no: “Al principio, solo nos quedamos mirando y no sabíamos si debíamos intervenir o no, porque es la Madre Naturaleza, pero estábamos viendo que el pulpo estaba tratando de ahogar al águila, y no podíamos quedarnos allí”.
Así que cogió un palo que llevaba en la barca y lo utilizó para levantar uno de los tentáculos del pulpo y lograr que liberara al águila. En el vídeo se puede ver las dimensiones del octópodo, que se quedó finalmente sin presa cuando el águila escapó hasta la orilla, donde se quedó descansando consciente de que acababa de salvar la vida milagrosamente.