Desde el momento en que Cho'Gath emergió por primera vez a la dura luz solar de Runaterra, a la bestia solo le impulsaba el hambre más pura e insaciable. La perfecta expresión del deseo del Vacío de acabar con la vida, la compleja biología de Cho'Gath convierte rápidamente la materia en masa muscular, aumentando su densidad o endureciendo su caparazón externo como si fuese un diamante orgánico. Cuando aumentar su tamaño no se adapta a las necesidades del Vacío, Cho'Gath vomita el exceso de materia como espinas afiladas, dejando a las presas ensartadas y listas para darse un festín después.
Jhin es un psicópata meticuloso que cree que el asesinato es un arte. Alguna vez un prisionero jonio, pero liberado por elementos sombríos dentro del concejo líder de Jonia, el asesino en serie ahora presta sus servicios como sicario a esa camarilla. Utilizando su arma como un pincel, Jhin crea obras de arte brutales que horrorizan a sus víctimas y testigos. Mostrar sus obras de horripilante drama le causa un placer retorcido, lo que lo convierte en la mejor opción para mandar el más poderoso de los mensajes: el terro
EL ARTE REQUIERE CRUELDA....
Freljord es un lugar duro e implacable en el que la gente nace lista para luchar por la supervivencia contra todo pronóstico.
Las tribus de Freljord hacen gala de un orgullo y una independencia feroces, aunque sus vecinos de Valoran suelen considerarlos salvajes, brutos e incluso primitivos, dado que desconocen las tradiciones ancestrales que los moldearon. Hace miles de años, la alianza entre las hermanas Avarosa, Serylda y Lissandra se deshizo en una guerra que amenazó la existencia de toda Runaterra y sumió las islas del norte en un invierno incesante y caótico. Ahora solo los mortales más extraordinarios que parecen inmunes a los estragos del fuego o del hielo parecen destinados a guiar al resto, o al menos capaces.
Pese a los esfuerzos de la Guardia de Hielo, los mitos y las leyendas resisten al paso de los dioses antiguos, los yetis enigmáticos y los chamanes caminantes espirituales. Los saqueadores de la Garra Invernal llegan más y más lejos cada año que pasa, y el hostigamiento no cesa en las fronteras de Demacia por el sur y las de Noxus por el este. Por último, en busca de un futuro más pacífico, las tribus y los clanes rebeldes independientes han empezado a ofrecer su lealtad a Ashe, la joven reina de los avarosanos.
Pese a todo, los presagios son desalentadores. La guerra se cierne sobre Freljord y nadie podrá escapar de ella.
Warwick es un monstruo que ronda por los callejones grises de Zaun. Víctima de agonizantes experimentos, su cuerpo está fusionado con un sistema complejo de cámaras y bombas, una maquinaria que llena sus venas con furia alquímica. Warwick emerge de las sombras y ataca a los criminales que aterrorizan las profundidades de la ciudad. Lo atrae la sangre y su aroma lo vuelve loco. Nadie que la derrame puede escapar de él.
Zed, despiadado y nada compasivo, es el líder de la Orden de la Sombra, una organización que él mismo creó con el propósito de militarizar las tradiciones marciales y mágicas de Jonia para expulsar a los invasores noxianos. Durante la guerra, la desesperación lo llevó a desbloquear la forma secreta de las sombras, un espíritu mágico tan peligroso y corrupto como poderoso. Zed ha dominado todas las técnicas prohibidas para destruir todo aquello que amenace a su nación o a su nuevo orden.
Rengar es un feroz cazador de trofeos vastaya que vive por el placer de perseguir y asesinar criaturas peligrosas. Explora el mundo en busca de las bestias más aterradoras, pero, ante todo, quiere encontrar alguna pista que lo lleve hasta Kha'Zix, la criatura del Vacío que le arrebató un ojo. Rengar no acosa a su presa por comida ni por gloria, sino únicamente por la belleza de la persecución.
Imbuida del fuego del sol, Leona es una guerrera sagrada de los Solari que defiende el Monte Targon con su Hoja del cénit y su Escudo del amanecer. Su piel brilla como las estrellas y sus ojos resplandecen con el poder del aspecto celestial de su interior. Con su armadura de oro y con el peso de una terrible carga de conocimiento ancestral, Leona otorga la iluminación a unos y la muerte a otros.