La Luna ha estado a nuestra vista durante toda la historia de la humanidad, pero aún así aún descubrimos extraños secretos de nuestro satélite de vez en cuando. En concreto, la llamada “cara oculta” de la Luna ha demostrado ser un filón de sorpresas que sólo hemos podido descubrir en las últimas décadas; debido a la sincronía entre la rotación de la Luna y su órbita alrededor de la Tierra. El último descubrimiento, de un equipo de la Universidad Baylor en Texas, es tal vez uno de los más inquietantes y misteriosos hasta ahora: una gigantesca estructura metálica, oculta en uno de los enormes cráteres de miles de kilómetros de diámetro que adornan esta parte de la Luna. En concreto, se encuentra en la cuenca Aitken, en el polo sur del satélite y que no se puede ver desde la Tierra. Sólo con los sensores y cámaras de los satélites lanzados, y exploradores como el construido por China, estamos descubriendo más de esta zona. La misteriosa estructura en la Luna ¿de dónde viene? La estructura está compuesta por elementos metálicos, y se extiende a una profundidad de 300 kilómetros; su masa es de 2.18 × 10 elevado a 18 kg, y sus descubridores afirman que es unas cinco veces más grande que la isla de Hawai. Ni que decir tiene que estamos ante un caso especialmente interesante, teniendo en cuenta la composición de la estructura, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿cómo llegó allí? La sonda Lunar Orbiter 2​ forma parte del Programa Lunar Orbiter financiado por la NASA, la cual fue diseñada para tomar fotografías e identificar las zonas con superficie plana que podían estar presentes en la Luna, el propósito principal y quizá único cuando construyeron esta sonda, era buscar sitios seguros para los alunizajes futuros, entre ellos el de la sondas Surveyor y los alinizajes de las misiones Apolo. La sonda fue lanzada en el año 1966, concluyó su misión un año después y envío 422 fotografías de la Luna. Realizando el análisis de la información enviada por Orbiter 2, se identificaron unas estructuras sólidas, a las cuales llamaron obeliscos de la Luna. En la revisión que estaba siendo realizada por William Blair, perteneciente al Boeing Institute of Biotechnology notó las curiosas estructuras que podían ser identificadas en diferentes ángulos, es por ello que también son llamadas Blair Cuspids, que en español llaman como las agujas de Blair. Algunos investigadores han realizado ciertas inferencias sobre las estructuras que pueden ser identificadas en las fotografías, sin embargo, aun hoy en día existe controversia en referencia a la información, por lo que sigue siendo tema de debate

Enmarcada en la categoría de cultos disparatados o fuera de lo normal, la también llamada 'religión ovni' logró ser noticia en varias ocasiones a través de anuncios alucinados como el nacimiento del primer bebé clonado. Sin aportar prueba alguna, volvieron a insistir poco después con la existencia de otros 20 bebés clonados en Europa y EEUU pero, como afirmó Anna Veiga (la doctora que llevó a cabo la primera reproducción asistida en España) en una entrevista a EPS, el bebé de los raelianos "no apareció jamás, ni se la espera". Todo pareció ser una mezquina operación de marketing de la científica Brigitte Boisselier, número dos de Rael y líder de la compañía raeliana Clonaid La secta organiza cursos. Según explicaron a una emisión de la cadena británica BBC, en ellos “no se promueve una filosofía específica. Tenemos gentes de todas las religiones. Lo que enseña Avatar son herramientas, técnicas, procesos para tomar el control de la propia mente conectando las creencias y acciones con sus consecuencias”. Los cursos por supuesto no son gratuitos y lo que pagan quienes acuden a ellos acaba, según BBC, en una empresa llamada ‘Star’s Edge’, propiedad de Palmer. Los precios de los cursos van desde los 500 dólares hasta los casi 10.000 dólares que cuesta uno de 13 días para formarse como ‘mago’ de la secta.