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La investigación del Dr. Fritz Albert Popp confirmó la existencia de biofotones, que son partículas de luz, sin masa, que transmiten información dentro y entre las células. El Dr. Popp descubrió que nuestros cuerpos no sólo emiten luz, sino que también almacenan luz dentro de nuestro ADN. “Una célula viva requiere energía no sólo para todas sus funciones, sino también para el mantenimiento de su estructura. Sin energía, la vida se extinguiría instantáneamente, y el tejido celular se derrumbaría. La fuente de esta energía es la radiación del sol.” Albert von Szent-Györgyi, bioquímico húngaro y Ganador del Premio Nobel de la Paz “Los ojos son, precisamente, donde la radiación solar que alimenta la vida entra en el cuerpo. ” Johan Boswinkel.