Rafa Pal: En vista de la censura de YouTube, he grabado este vídeo expresamente para que se mueva por las redes sociales, en lo que pretende ser un juicio a la Conspiración mundial del Covid19, acusando a los responsables de tantos muertos, la destrucción de las economías de países y el robo de nuestra libertad. Tenéis mi permiso para compartirlo por todas las redes sociales y plataformas como la propia YouTube.
Sobre el documental «The Big Reset», por Charo García Blanca.
Todo lo que voy a comentar aquí, es fruto del aprendizaje que he realizado de la mano de mi hermano Jesús García Blanca, escritor, maestro, colaborador de revistas como: Discovery DSalud, Cuerpo Mente, Mente Sana, autor del libro «La Sanidad contra la Salud», coautor del libro «Vacunas: una reflexión crítica», investigador independiente en el terreno de la salud y la educación. Jesús García ha analizado de manera minuciosa, rigurosa y honesta a lo largo de más de 30 años, las herramientas de poder dentro del entramado sanitario y por tanto, es experto conocedor de dichas herramientas. Dicho esto y para que no quepa duda de que todos mis conocimientos en este terreno se los debo a él, paso a analizar el documental.
Dentro de cada jaula están los convivientes inmunes asintomáticos, porque si son convivientes no inmunes o con síntomas, o no convivientes, pero inmunes y con síntomas, entonces tienen que estar inyectados de segunda dosis o bien tener el pase covid o una carta de la mujer de Pedro Sánchez.
Esto entendemos que debe ser así. Aunque surge la siguiente duda será porque son negacionistas los espectadores del evento en cuestión.
Lo que nos lleva al planteamiento de la siguiente pregunta ¿a partir de que dosis de la substancia experimental si una persona se detiene y no se inocula más, se empieza a ser negacionista? Porque claro, puesto que los inyectados son a perpetuidad, para el resto de sus vidas, si a la quinta o sexta dosis dejan de pincharse, entonces inmediatamente pasan a ser negacionistas.
La clave de esto es: ¿cuánto podrá cualquier persona aguantar sin pasar a ser eso tan horrible de “negacionista”? Porque tarde o temprano, por mucho que ahora se ponga de perfil y aguante, llegará un punto insoportable en el que pasará a ser considerado por el sector periodístico como “negacionista”.
Y en ese punto ¿qué pasará? ¿Los negacionistas también tienen que espectar en corrales o una vez que se es negacionista ya prescinden de toda la parafernalia y los adornos, bozales, etc?
Porque está claro que el bozal se lleva mientras no se es negacionista y te pinchas periódicamente, pero en el momento que dejas de pincharte la substancia, ya no tiene sentido mantener lo demás y una persona podrá adoptar con orgullo su nueva situación de “negacionismo”.
Nunca sabes si puedes ser conviviente o asintomático, o ectoplasma o distanciado social con síntomas. Es normal que al final, en vez de corrales, tendrán que llevarlos atados con una cuerda. No veo otro modo para esas pobres gentes que ya no saben cuando hay que levantar el pie, o enseñar un papel o sonreír para una foto.
¿Acabarán imponiendo el sistema de Fuerteventura a nivel nacional y luego a nivel mundial?...
Se puede poner un PC en el que introduces tus datos personales y ya en la pantalla te salga la descripción completa y a todo color para la peculiar casuística covid del súbdito.
Que sea la computadora la que decida en qué jaula encerrarte para ver el concierto con seguridad.
Todo muy sencillo.
Aunque lo mejor va a ser que los lleven atados con cuerdas, en ristras y con un guía del Ayuntamiento.
Con una zanahoria o una morcilla fluorescente señalando la ruta a seguir.
Y ahora corran ...¡ todos a votar!