Saturno fue capturado en 1936 en una zona de pantanos en Misisipí (Estados Unidos), pasó a ganarse una fama desgraciable al ser este uno de los animales favoritos de Adolf Hitler. Algunos autores indican que el caimán no podía ser una mascota de Hitler porque durante años siguió enjaulado en el zoo berlinés pero sería cierto que el sanguinario tirano visitó en varias ocasiones al reptil e incluso pudo haber ordenado su traslado temporal a una de sus residencias, donde habría sido exhibido junto a otros animales. A finales de la II Guerra Mundial, gran parte del zoológico de Berlín fue destruido por las bombas, los incendios y el saqueo. Una de las bombas lanzadas sobre la capital alemana destruyó el acuario del Zoo y mató a la mayor parte de sus cocodrilos y caimanes. Al final de la guerra, el área donde se encuentra el zoológico de Berlín quedó bajo la jurisdicción británica. Los soldados ingleses recogieron al reptil y lo llevaron a Leipzig, en la zona de ocupación soviética. El ejército rojo transportó al caimán (junto con una pitón india), hasta el zoológico de Moscú, donde se convirtió rápidamente en una atracción popular. Nacido en Estados Unidos, criado en la Alemania nazi y mantenido en cautiverio durante casi 75 años en Moscú. Realmente, es una vida con mucha historia para tratarse de un caimán... La muerte de Saturno ha sido anunciada el pasado sábado por el Zoo de Moscú. “Ayer por la mañana, nuestro caimán de Misisipí, Saturno, murió de vejez. Tenía unos 84 años, una edad extremadamente respetable. El zoológico de Moscú tuvo el honor de mantener a Saturno durante 74 años. Nos vio a muchos de nosotros como niños. Esperamos no haberlo decepcionado”, relataban los cuidadores del animal en una nota publicada en las redes sociales.